Rhina Polonia Espaillat en Ecos de Personajes Poéticos
POR: SANDRA FERNÁNDEZ MARTÍNEZ – Escritora. Reside en Santiago Rodríguez.
Feliz día mis queridos lectores, aquí estamos para entregarles a ustedes esta nueva entrevista. Ecos de Personajes Poéticos hoy se viste de gala para recibir una estrella de las grandes, ella nació el 20 de enero de 1932, en la ciudad de Santo Domingo, sin embargo, ella se considera ser de la vega, porque ahí tuvo su infancia, es una poeta y traductora bilingüe dominicano-estadounidense afiliada al movimiento literario conocido como Nuevo Formalismo en la poesía estadounidense. Ha publicado once colecciones de poesía. Su trabajo ha sido incluido en muchas antologías populares, incluyendo The Heath Introduction to Poetry (2000); The Muse Strikes Back (1997); y, En Otras Palabras: Literatura de Latinas de los Estados Unidos (1994).
La poesía original de esta escritora contiene muchos sonetos que describen a su familia en entornos domésticos, a los que ella llama «instantáneas». También es conocida por escribir poesía que captura la belleza de la rutina diaria, así como poemas que cuentan historias irónicas y humorísticas tanto de la Biblia cristiana como de la mitología clásica.
También es conocida por sus traducciones literarias de la poesía cristiana de San Juan de la Cruz (1542-1591) del español castellano al inglés americano y que apareció en la revista literaria First Things, y de traducir de manera similar las mejores obras, del canon literario de la poesía española e hispanoamericana. También ha producido aclamadas traducciones del inglés americano al español de los poemas de Robert Frost y Richard Wilbur.
Además, a pesar de que creció en una época en la que «la expectativa de que uno debería superar cualquier origen ancestral no británico todavía prevalecía como requisito previo para ingresar a la esfera de la genuina americanidad”, en su poesía también expresa orgullo en ser latina, en su identidad como feminista que además fue esposa y madre, y su condición de inmigrante a los Estados Unidos. Estamos hablando de la gran Rhina P. Espaillat, quien es de ascendencia mixta afrodominicana, española, francesa y arawak. Es hija de Carlos Manuel Homero Espaillat Brache, quien fuera agregado diplomático dominicano, y de Dulce María Batista. Su tía Rhina Espaillat Brache fundó el primer instituto de ballet de La Vega
Rhina Espaillat, poco después de su nacimiento en la capital, fue llevada por sus padres a la ciudad natal de su padre, La Vega. Mientras crecía allí, la familia Espaillat vivía cerca de un fuerte histórico en la Avenida Independencia, rodeada de una gran comunidad de familiares y amigos que compartían su dedicación al arte, la música y la poesía.
Sin embargo, su infancia fue marcada por la salida abrupta de su país en 1939, ya que su familia tuvo que emigrar hacia los Estados Unidos, debido al régimen represivo y sanguinario que encabezara Rafael Leónidas Trujillo por treinta y un años.
Además de seguir de cerca los acontecimientos mundiales, los padres de Espaillat también eran «ávidos lectores de literatura e historia en su español nativo», y, desde los cinco años en adelante, Rhina Espaillat escuchaba las casi constantes recitaciones de poesía de su padre, las cuales, «corrían la gama del verso en español desde la España del Siglo de Oro hasta los principales poetas de la América Latina moderna». En años posteriores, recordaría haber escuchado los versos de Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, Sor Juana Inés de la Cruz, José Santos Chocano, y Federico García Lorca.
Cuando era niña, su padre le exigió a Espaillat que hablara solo castellano dentro del apartamento familiar. También se le pidió que hablara inglés y español con pronunciación y gramática correctas. Además, tenía estrictamente prohibido mezclar ambos idiomas. «Don Homero» Espaillat Brache consideraba al inglés y al español como » idiomas del mundo «, que merecían el respeto de ser escritos y hablados correctamente. Aunque Espaillat encontraba esto muy frustrante cuando era niña e incluso «terminaba llorando», expresó su gratitud a su padre por hacerla «verdaderamente bilingüe».
Es un hecho curioso que su primera lengua para los fines de la literatura ya a nivel profesional haya sido el inglés, escribiendo en ese idioma, es sabido que ella ha permanecido por décadas en el tope de la excelencia en el vasto territorio estadounidense, tanto en la poesía como en el cuento, incluso por su maestría en el ensayo y la traducción literaria. En fin mis queridos amigos, de esta virtuosa mujer podemos redactar un libro solo con su biografía, sus premios y reconocimientos, es por eso que nos limitaremos a comentar y mencionar los más recientes reconocimientos que se le han hecho en su país : El Ministerio de Cultura de la República Dominicana ha honrado y homenajeado la obra de esta digna dominicana, Rhina P. Espaillat, en su Colección Homenaje, durante la finalizada XXVI Feria Internacional del Libro Santo Domingo, que tuvo lugar del 7 al 17 de noviembre, en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, y donde tuvimos la oportunidad de conocerla personalmente, compartir unas horas de interesantísima plática con ella y otros poetas en la casa de unos anfitriones maravillosos, los esposos Ananía Almonte y Lorenzo Araujo. Debo decir que me quedé maravillada con su personalidad, su sabiduría y su carácter amable, risueña y generosa. Un ser lleno de luz y de gran sencillez a pesar de su grandeza intelectual.
También en el marco de la FIL Santo Domingo, 2024, nuestra Rhina P. Espaillat, recibió uno de los más grandes regocijos de su vida, el galardón más alto que otorga el estado dominicano, y a tenor con el Decreto 642-24 emitido por el presidente de la república Luis Abinader Corona, quien condecoró a la excelsa intelectual con la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el Grado de Caballero como reconocimiento por sus valiosos aportes a las letras y la cultura dominicana a través de sus obras literarias.
Rhina, modesta, conmovida y emocionada agradeció al presidente Abinader por ese gesto hacia su obra y su vida, dedicadas a promover sus raíces dominicanas. Al recibir la distinción testificó: «Me faltan las palabras para dar las gracias al señor presidente, a todos los que han hablado sobre mí, sobre mi vida en este momento tan importante. He tenido varios honores, pero no como este».
Esta gran invitada nuestra, a pesar de pasar casi toda su vida fuera de su patria, jamás ha perdido el contacto con su país, su pueblo y su cultura; tanto es así que al decir del también escritor Cesar Sánchez Beras, “pocos autores dominicanos viviendo fuera del territorio insular pueden escribir con tanto arraigo sobre lo nuestro, sobre lo que nos compete como nación y como pueblo, su visión de nuestra identidad, de la expresión de lo que somos, de los tuétanos del ser nacional, solo es comparable con otros emigrantes trascendentales como Pedro Henríquez Ureña y su estadía en Suramérica, Pedro Mir y su paso por Cuba o Juan Bosch y su periplo por Puerto Rico y Chile. Nadie puede permanecer ajeno a la nostalgia, ni indiferente al desarraigo”.
Rhina Polonia Espaillat Batista de Moskowitz y Sandra Fernández Martínez.
Pero ahora les dejo con sus profundas y sabias respuestas a nuestras preguntas, estamos seguros de que les encantaran porque la escritora Rhina Espaillat, siempre habla de temas universales y que tocan el alma de todas las personas:
EPP- ¿Cuál es su nombre completo y dónde nació?
RPEB- Rhina Polonia Espaillat Batista de Moskowitz. Nací en Santo Domingo, República Dominicana.
EPP- ¿Cuál es su oficio, a qué se dedica?
RPEB- Fui maestra de inglés, Escuela Secundaria, en el sistema de enseñanza pública de la ciudad de Nueva York. Fuera de eso, me dedico a escribir y publicar poesía, ensayos, y cuentos en antologías, libros de mi autoría, revistas, vías electrónicas, y traducir entre mis dos idiomas principales y aquellos que manejo con suficiente habilidad y un buen diccionario, etcétera.
EPP- ¿Qué le genera más satisfacción, su oficio de traductora o de escritora?
RPEB- Verdaderamente ambos me satisfacen igualmente. Escribir me permite expresar lo que vivo, siento y pienso con dos idiomas que amo, pero traducir me permite regalarles a las dos culturas que son mías las obras de autores que amo y que también son mías. Me place profundamente enriquecer mis dos países, idiomas y culturas—es decir, mis dos identidades—con obras que han enriquecido mi vida y pensamiento.
EPP- ¿Cuál es la esencia del trabajo de un gestor cultural desde su punto de vista?
RPEB- Creo que su trabajo, o mejor dicho su interés y placer, es la satisfacción de compartir con otros lectores un texto que le ha enriquecido la vida de algún modo.
EPP- ¿Cuándo surgió su vocación por la escritura?
RPEB- A los cuatro años, tras oír recitar poesía a mi abuela paterna y sus amistades, a veces con música, sea de piano o guitarra o canto. No comprendía el texto a esa edad, por supuesto, pero me gustaba mucho el impulso musical que me invitaba a bailar.
EPP- ¿Tuvo usted algún mentor, alguien que le ayudara a incursionar en la literatura?
RPEB- Sí: mi abuela paterna, Apolonia Brache Ramírez de Espaillat, partera, amante de la literatura—sobre todo la poesía—y la música, y poeta que nunca publicó, pero gozó las visitas de amistades que compartían sus gustos, y me enseñó a considerarlos necesidades de la vida, como lo fue su jardín y su amor a la naturaleza.
EPP- ¿Quién es en realidad doña Rhina P. Espaillat?
RPEB- Soy la única hija de Homero Espaillat Brache y Dulce María Batista de Espaillat, residentes de La Vega y Jarabacoa respectivamente, y desde el 1937, exiliados en los Estados Unidos por razones políticas durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Pasé dos años en la casa de mi abuela vegana, con visitas frecuentes a mi familia en Jarabacoa—igualmente cariñosa—hasta que mis padres, abriéndose paso económico y humano en New York, lograron empleos, viviendas, y una vida estable, me mandaron a buscar bajo el buen cuidado de una amiga de la familia Espaillat. Desde los siete años he vivido en este enorme país norteamericano, bajo la protección de sus leyes, y su antigua costumbre de aceptar y proteger a los que necesitan refugio. Me considero dichosamente ciudadana de ambos países, vecina de todos los inmigrantes que dejan sus huellas en las Américas, y representante de las muchas culturas que me crearon y siguen formando el futuro de mi familia.
EPP- Doña Rhina usted es un referente a nivel internacional, como traductora y escritora dominicana. ¿Qué la motivó a usted a dejar a su país y radicarse por tantos años en el extranjero?
RPEB- El motivo no fue mío ni de mis padres. Fue resultado de un crimen del dictador que un miembro de mi familia llamó lo que fue -una matanza de inocentes— lo cual nos causó el exilio como venganza.
EPP- ¿Cómo logró integrarse en la sociedad norteamericana, un pueblo con una idiosincrasia tan diferente a la suya siendo apenas una niña de 7 años?
RPEB- El integrarse es fácil en una sociedad mixta y abierta como ésta, que acepta y se adueña de lo que traen los millones que vienen buscando las oportunidades que no se encuentran en el mundo entero. Mis compañeros de escuela fácilmente probaron lo que les ofrecíamos en mi casa, y yo, en turno, me acostumbré al sabor de lo suyo, y mucho más: sus cuentos, idiomas, cantos, juegos, folklor, los detalles de sus vidas, y las tenues sonrisas y saludos de sus viejos, tan parecidos a los nuestros.
EPP- ¿Cuál fue su primer libro publicado?
RPEB- Una colección de poemas titulado Lapsing to Grace, o sea “Sin éxito, pero en gracia.” Contiene cuatro poemas en español, y casi sesenta en inglés.
EPP- ¿A cuál/es escritor/es famoso/as admira y de cuáles se siente usted deudora en su formación intelectual?
RPEB- Son muchos los poetas que me han inspirado y enseñado, en ambos idiomas, pero voy a nombrar los que leí cuando joven, quienes por lo tanto me formaron: San Juan de la Cruz, Sor Juana, Manuel del Cabral, Inchaustegui Cabral, Juan Zorilla de San Martin, Bécquer, Pablo Neruda, Santos Chocano, Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou, los hermanos Machado, García Lorca, Borges, y Miguel Hernández. En inglés los que recuerdo con gran placer son John Chaucer y Shakespeare -por supuesto! —y John Donne, John Milton, Housman, Herbert, Longfellow, Walt Whitman, Auden, Frost, Emily Dickinson, Sarah Teasdale, Elinor Wylie, Edna St. Vincent Millay, Richard Wilbur, Stanley Kunitz y Anthony Hecht.
EPP- ¿Qué es la poesía para usted, que ha significado en su vida este género literario?
RPEB- La poesía, para mí, comenzó como un juego, un gozo, una forma de celebración. Pero al encontrarme en New York sin la enorme y cariñosa familia que había perdido, y por primera vez leyendo en otro idioma y sobre otros temas, descubrí que la poesía es mucho más variada, y con gran frecuencia expresa el doloroso vacío que deja alguna ausencia, a pesar de la música que nunca deja de ser parte de su encanto. El poema es el jarrito de palabras que la imaginación sumerge en el subconsciente y sólo eleva lleno de esa agua que fluye secreta debajo del intelecto. El probarla no cambia nada; la realidad es lo que es y el deseo no lo cambia. Pero en cierto sentido es un alivio probar—conocer un poco- lo que uno descubre en esa corriente no siempre conocida.
EPP- ¿De qué manera ha influido en su vida el arte y la literatura?
RPEB– Me parece que el arte, en todas sus formas, constituye un mensaje de esa corriente subterránea que nos ayuda a aceptar cosas que son difíciles o incomprensibles. El “idioma” -sea notas musicales para el oído, o colores y formas para la vista, o formas tridimensionales como lo que hace el escultor, o los movimientos del que baila, o las sílabas e imágenes que nos brinda el mensaje al subir en su jarrito de palabras—le llega al Otro—el lector, en nuestro caso—si el poeta ha logrado hacer bien el jarrito, capaz de subir con su contenido y ofrecérselo al lector.
EPP- ¿Cómo llega al magisterio y a la traducción, coméntenos sobre esas manifestaciones profesionales suyas?
RPEB– El poema original del poeta viene cuando le da la gana, y el poeta lo recibe si se mantiene pacientemente tranquilo y oye la voz que le habla el poema. Si trata de traerlo por la fuerza, el poema -por lo menos así me pasa a mi— se escapa, porque al poema no le gusta que le den órdenes. Pero la traducción es diferente, porque uno está bajando el jarrito en una corriente ajena, un mensaje que vino de otra mente. En ese caso uno necesita leer ese otro poema ajeno con mucho cuidado, armado con varios libros necesarios: diccionarios de la rima en ambos idiomas, diccionarios etimológicos, listas de sinónimos en ambos idiomas, etcétera. La traducción es un oficio consciente, y el traductor le debe al poeta original mantenerse lo más transparente posible, sin permitirse entrar en ese poema ajeno con cualquier cosa suya. El maestro a veces se permite entrar en la materia que debe aclararle al estudiante, pero en general lo que quiere lograr es, como la traducción, abrir la puerta de la materia para que entre el estudiante.
EPP- ¿Cuál es el valor que Rhina P. Espaillat le confiere a la amistad?
RPEB- La amistad vale mucho para mí, como toda relación positiva entre seres humanos. Un buen amigo es un tesoro.
EPP- ¿Cuál fue o es su mayor deseo en la vida?
RPEB– No hacer daño; hacer el bien a los que me rodean siempre es posible; comunicar con familiares y vecinos y tratarlos como quiero que traten a mis hijos; estar siempre donde esté la justicia.
EPP- ¿Para qué cree usted que sirve la literatura?
RPEB- Para ampliar la vida, y aprender a imaginarse en las circunstancias del Otro, para juzgar con justicia.
EPP- Esta edición de la FIL Santo Domingo, 2024, la ha traído de regreso a su tierra natal. ¿Cuál ha sido su impresión en ese sentido y cómo ha recibido los homenajes y reconocimientos por usted merecidos?
RPEB– Este viaje ha sido inolvidable, uno de los tesoros que uno experimenta sin saber cómo lo mereció. Sentí la presencia de mi papá constantemente, como si me estuviera asegurando que se han borrado las penas que sufrió al encontrarse tan lejos de su tierra y más nunca volver a ver a su madre. Logré ver mi país florecido, lleno de progreso, me llené de orgullo observando los más de 600 eventos culturales que se les brindó al público durante esa magnifica celebración del libro y de la cultura dominicana. Me atrevo a soñar que antes de terminar mi dichosa vida veré deshecha la injusticia dolorosa que se cometió en 2013 con la sentencia del Tribunal Constitucional que aún desnacionaliza a miles de dominicanos —personas nacidas en el mismo suelo en que nací yo en 1932— por el hecho totalmente irrelevante de haber nacido hijos de haitianos. Nunca he perdido la esperanza de sobrevivir “La Sentencia.”
EPP- ¿Ha tenido jornadas intensas y encuentros con escritores y poetas de toda la isla, pero para aquellos que se inician en el arte de la escritura y las bellas letras cuáles serían sus recomendaciones, consejos, lecturas a consumir?
RPEB- Seguir escribiendo. Formar talleres de Prosodia y Traducción en sitios públicos, gratis, y convenientes. Enseñar las formas tradicionales, aún si la moda presente es el verso libre: los mejores poetas son los que aprenden a utilizar todas las “herramientas” del poeta tradicional —métrica, rima, figuras, onomatopeya— sobre todo la metáfora —aunque piense escribir exclusivamente verso libre. No abandonar la puntuación. Esa costumbre está de moda, pero es un error, porque la puntuación guía la voz y clarifica el sentido. Recitar en voz alta lo que está trabajando: la poesía no se oye con los ojos, y es necesario oír lo que uno está trabajando, no sólo verlo. Formar un grupo que se critique mutuamente, y enfocar el comentario en el texto, no en el autor. En vez de opinar que “el poeta debe hacer X aquí y no allá,” sugerir que “el texto quizás necesita tal y tal en la segunda estrofa.” No quejarse de ninguna crítica: tome la sugerencia por escrito, de las gracias, y después, a solas, examinar lo que le sugirieron al texto.
Bien mis queridos lectores, acabamos de leer las respuestas de una mujer brillante que ha llegado a sus más de 90 años con una gran lucides que al parecer le acompañará toda su vida, que esperamos que sea aún bastante tiempo más, debo decir que estoy muy contenta, satisfecha es poco, para lo que realmente siento, pues es una verdadera bendición y privilegio haber tenido la oportunidad de entrevistar a esta mujer de la literatura dominicana, pues crecer intelectualmente es la base del desarrollo personal, que ella pudo lograr aun siendo una emigrante, yo diría que me ha dejado la sensación de haber entrevistado a una verdadera leyenda de la literatura, tanto a nivel nacional como internacional, cada una de sus respuestas me dejaron una enseñanza, espero mis queridos lectores, que ustedes también hayan tenido esa sensación, la palabra gracias me parece que no puede abarcar el agradecimiento que siento hacia usted señora Rhina, por haber aceptado ser parte de Ecos de Personajes Poéticos, tratarla me ha dejado claro por qué sus amigos más cercanos les llaman Rhinamai, al considerarla una madre y una consejera, Antes de dejarle al lector unos cuantos de sus poemas, vamos a escribir aquí una frase de uno de los escritores admirado por nuestra invitada, y que además ha sido traducido por ella, San Juan de la Cruz: «El alma que anda en amor, ni cansa, ni se cansa».
La canción del cobarde
Me dijo el sol, ¡Despierta!, y se encendió.
Pero yo soy sensata, y lo dejé ardiendo en su pasión, y se apagó.
¡Brota! dijo la lluvia. Mejor no:
se brota y se marchita -así pensé-
y cerré mi verdor, y se secó.
¡Siembra! me dijo el viento, y se arrojó por todo el campo.
¡Loco! Contesté,
¡Te perderás así! Y se perdió
sin huella en su locura. Y me tocó
a mí heredar esta nada en que quedé.
En que quedamos dos, la muerte y yo.
Quise olvidarte, Dios
Quise olvidarte, Dios, porque me hería,
me agobiaba el dolor de tus criaturas
clavadas a la tierra, y no quería
ni comprender ni perdonar la dura
caricia de tu silencio. En los estrechos
caminos del alma te acechaba
con mi carga de anhelos y despechos, dudas y
celos que jamás calmabas.
Quise alejarme, Dios, por no entregarme
ciega a tu voluntad; por fiel al mundo que amaba y
conocía como mi carne;
por temor a lo extraño y lo profundo.
Quise negarte, Dios… y no sabía
que era en tu pensamiento que vivía.
Resignación
Ya mi espíritu no riñe
con las cosas que lo hieren.
Como yerbas en el río
que en el blanco chorro crecen,
poco a poco deja mi alma
que las aguas se la lleven.
Ya no es piedra resistente
rebelándose al destino,
sino grama que ha nacido
en el polvo del camino,
y se rinde humildemente
bajo el pie del peregrino.
Catorce años
Se mueve la doncella cual si fuese
retoño tierno que indeciso crece.
Luce tan nueva y esquiva en su brotar
que se esconde del cielo al despertar
cierto impulso la luz que ya presiente.
Se mueve cual si algún verdor ardiente
subiese por su tallo hasta el encaje
de su corola. Y su floral visaje
se alarma, frente a los aires sublevados
y el son de hosanas, mil, por todos lados.
Redondillas
Me pidió un beso, y dije «¡No!».
Volvió a pedir, nos dimos tres,
yo en español y él en inglés.
¡Mira qué bien todo quedó!
Tesoros que nos dio la suerte:
compañero bien querido,
dos pichones en el nido,
y juntos hasta la muerte.
Fechas, tramas, nombres, todos
¡Se me olvidan todo el día!
Pero no lo que decía
en el libro de sus ojos.
Bien mis queridísimos lectores con esos hermosos poemas despedimos a nuestra invitada de lujo, este sábado, Rhina P. Espaillat, Ecos de Personajes Poéticos, estará de nuevo por aquí en quince días, en otro segmento similar, les deseo un hermoso fin de semana, hasta la próxima entrega. Muchas gracias por el tiempo que cada sábado les regalan a nuestro segmento, nos sentimos muy honrados.