París, 1924
París vuelve a organizar unos Juegos Olímpicos tras fracasar en 1900 de la mano de un barón de Coubertín con la espina clavada. El COI consintió al barón la segunda oportunidad y los VIII Juegos regresaron a la capital francesa por delante de las candidatas Ámsterdam, Berlín, Barcelona, Los Ángeles, Río de Janeiro y Roma. El empeño organizativo galo fue esta vez incontestable. Los Juegos se disputaron entre el 4 de mayo y el 27 de julio. Récord de participación con casi 3.000 hombres y 136 mujeres de 44 nacionalidades distintas, y por primera vez con países hispanoamericanos.
Se construyó el estadio de Colombes con capacidad para recibir a más de 60.000 personas y con un campo de fútbol en el interior. Los franceses se volcaron con el evento y los Juegos fueron un éxito ya que el primer récord que se batió fue el de asistencia de público. Se utilizaba por primera vez el famoso lema olímpico: Citius, Altius, Fortius (Más rápido, más alto, más fuerte). Se separan en esta ocasión los deportes de invierno para convertirse en su propia olimpiada, organizada en Chamonix por primera vez entre el 27 de enero y el 27 de febrero.
Se construyó entonces la conocida como primera villa olímpica para alojar a los atletas aunque en realidad no pasó de ser un conjunto de cabañas adosadas. Por primera vez en unos Juegos no se incluyó ninguna modalidad deportiva nueva o variada respecto a los anteriores Juegos.
En el apartado de estrellas de París 1924 encontramos al norteamericano Jhonny Weismüller, que años después se convertiría en estrella de cine por interpretar a Tarzán. Consiguió tres medallas de oro con tan sólo veinte años y elevó la natación como deporte de interés público. También logró un bronce en waterpolo. El finlandés que ya despuntó en Amberes 1920 con tres oros, Paavo Nurmi, consiguió cinco más maravillando al público tras imponerse en las pruebas de 1.500 y 5.000 metros con tan solo una hora de diferencia entre ambas. Irlanda participaba por primera vez como nación independiente.
Era ésta la primera vez que España partía como favorita en algún deporte olímpico. La selección de fútbol inspiraba confianza pero fracasó estrepitosamente al caer en el primer partido contra Italia y con un gol en propia puerta. No obstante encontramos a Lilí Álvarez, considerada la pionera del tenis e nuestro país, que consiguió la cuarta posición.
Pierre de Coubertin anunció su retirada en la Ceremonia de Clausura después de estar al frente del Comité Olímpico Internacional durante treinta años. Para él, había cumplido su sueño de restaurar las Olimpiadas.