La sociedad de Sabaneta ha sufrido un demoledor golpe. Ha partido a la casa del Creador del Universo un Ángel
Por: Marcelo Peralta.
Sabaneta, Santiago Rodríguez, RD. Era un amor. Madre de René Estévez, Reynaldo, Enovis, Jorge, Sinencio, Clara y Elizabeth Estévez. Todos la tratábamos con respecto como una segunda MADRE. Dispensaba trato agradable a los amigos de sus hijos.
Respetada y compartía, trataba por igual a todos los allegados de sus hijos. En su hogar, impregnaba el respeto mutuo. Consejera y guardián de los amigos de sus hijos. Hoy, al cambiar de residencia y marcharse a la casa de Creador, ciframos la esperanza de ser recibida en paz y armonía en la casa del Creador. Aquí, entre quienes quedamos en este globo terrenal, deja una estela de recuerdos que perdurarán siempre.
Hoy, aunque nos deja llenos de nostalgia, vivió un pasado agradable. Jamás olvidaremos tu sonrisa. Ese gesto afable que caracterizó a Doña Marina Almonte quedará en el indeleble recuerdo de cada uno de nosotros. Su cuerpo se esfumó, pero sus proezas permanecerán entre quienes la conocimos y compartimos por décadas con sus hijos. Mujer de relatar historietas con amabilidad. Madre de profesionales vinculados a la instrucción educativa, medicina, agronomía y a la ciencia. Doña Marina Almonte Viuda Estévez partió dejando vacíos y legados.
Paz a su alma. Solidaridad a sus familiares.