La llamada izquierda política se nota cada vez más triste y debilitada en República Dominicana. Apenas se ve y acaso se siente, ni siquiera sabemos que están haciendo.
Estos han suicidado sus propios liderazgos a cambio de prebendas por parte de los partidos mayoritarios, se venden al mejor postor en cada elección, buscando como muchos su bienestar económico y de los que los rodean, y dejando de lado los ideales sobre los cuales está basada la izquierda.
Estos desesperados por justificar sus indignos actos, de vez en cuando escriben algunos artículos, supuestamente analizando la situación montada en toda una fabula, aupadas en triunfalismo, navegan como barcos en la niebla, sin brújula y con capitanes desorientados, encallaran que quede claro, si no asumen la estatura que su pueblo demanda, ya que la política no se hace en abstracto, se hace estudiando el entorno.
La realidad es la que palpamos, la que pisamos, la que vivimos los dominicanos, y tanto los partidos tradicionales como la inmensidad de partiditos sanguijuelas, buscan y velan por sus propios intereses, sin pensar en los intereses del pueblo dominicano.
Hay muchas personas serias, en partidos de izquierda y no dudamos de su honestidad, pero les falta mucho por recorrer, necesitamos un proyecto país, un proyecto de nación, definido y viable.
Y las personas serias, que están acompañadas de inescrupulosos que no les importa, vender su alma al diablo con tal de conseguir acomodar y asegurar su futuro, lamentablemente en este país, no llegan a parte.
Nuestro país necesita caras nuevas, con ideales específicos y fuertes, que busquen el bienestar general, no partiditos que en fin terminan como adornos de los partidos de derecha.
Dra. Kenia De La Cruz.