Los expertos advierten que éstos son especialmente vulnerables a la pérdida de visión relacionada con la diabetes.
LUNES, 14 de julio (HealthDay News/Dr. Tango) — Los estadounidenses de origen hispano que tienen diabetes tipo 2 son menos propensos a hacerse un examen regular de la vista en comparación con los hispanos en general.
Muchos ni siquiera saben que la ceguera es una de las complicaciones principales de la diabetes y que los chequeos regulares pueden ayudar a prevenir esta afección devastadora, agregaron los investigadores.
Aunque la diabetes tipo 2 se ha convertido en una epidemia general, los hispanos sufren de manera desproporcionada de la enfermedad. De acuerdo con la American Diabetes Association, el 20 por ciento de los hispanos de 40 años tienen la enfermedad, en comparación con el 7.8 por ciento de la población general, y la mitad de éstos tienen retinopatía (daños en la retina), una complicación de la diabetes.
Investigadores del Instituto del ojo Wilmer de la Johns Hopkins en Baltimore están preocupados porque las minorías tienden a acceder con menos frecuencia al sistema de atención de salud. Los hispanos podrían también ser más vulnerables a un gran número de complicaciones de la diabetes, incluida la ceguera, la enfermedad cardiaca y la pérdida de miembros.
Muchos individuos, miembros de las minorías o no, ni siquiera saben que tienen esta "enfermedad silente", aunque ya tengan indicios de retinopatía, señalan los expertos.
Los autores del trabajo, que fue publicado en la edición de julio de Archives of Ophthalmology, entrevistaron a 349 hispanos que no tenían diabetes y a 204 hispanos que sí la padecían.
La mitad de los encuestados reportó experimentar barreras en el idioma cuando se trataba de la atención de salud.
Sólo el 18 por ciento de los individuos sin diabetes y sin historial familiar de la enfermedad sabía que los problemas oculares podrían ser una complicación de la diabetes, en comparación con el 29 por ciento de los no diabéticos sin historial familiar, el 36 por ciento de los diabéticos diagnosticados recientemente y el 52 por ciento de los diabéticos que habían sido diagnosticados hacía más de un año.
Pocos de los encuestados sabía que controlar la diabetes podría prevenir los problemas de la vista: el 16 por ciento de los no diabéticos sin historial familiar, el 28 por ciento de los no diabéticos con historial familiar, el 13 por ciento de los individuos recién diagnosticados y el 34 por ciento de los diagnosticados desde hacía más tiempo.
Quizá lo más perturbador fue que casi la mitad de los que habían sido diagnosticados con diabetes tipo 2 hacía más de un año y el 79 por ciento de los recién diagnosticados nunca habían recibido un examen con el ojo dilatado, algo que puede detectar problemas antes que sea demasiado tarde.
Sólo el 30 por ciento de los encuestados con diabetes se había hecho un examen de la vista en el último año, en comparación con entre el 70 y el 75 por ciento de los hispanos a nivel nacional.