Por: Lisandro Torres.
San Ignacio de Sabaneta, Santiago Rodríguez, RD. -Quien con humildad y sencillez escribe, se considera amigo de todos. Soy un joven comunicador que físicamente vive en Santo Domingo, RD., pero que en espíritu pasea cada día junto a la segundera del reloj por el parque de Sabaneta, por sus calles y barrios. En la mañana, tarde y noche, respiro el aire de mi pueblo.
Las llamas del placer
Ella sólo sonreía, resplandeciendo todo el panorama.
Dueña de una mirada que cristalizaba mi alma
y de melódicos susurros que componían cantos de amor.
Acariciándome el rostro con guantes invisibles de seda,
cerraba las fisuras de mi corazón . La ocasión erguía un festejo
sincero de lo que en realidad llevábamos dentro.
Credo, política y raza de la habitación aquél día marcharon.
De tamaño, color ni peso supimos.
Sólo creación humana fuimos, bajo el ímpetu del sentimiento.
Siendo grandes volvimos a nacer, en un alumbro sin ideologías y
suelto de reglas. Si era pecado no importaba, pues ya era demasiado tarde,
nuestros derretidos cuerpos entre las doradas llamas del placer se fundían.
Con esta linda descripción del sentimiento interior de este insipiente poeta se pone de manifiesto de idiosincrasia y nostalgia de muchos de los que, por una razón u otra, nos hemos alejado corporalmente nuestro terruño, dejando metafóricamente nuest
Gracias amigo Santo Efrain Tapia Mejía por comentar y valorar mi trabajo. Tambíen por sus buenos deseos.