Por: Ricardo González Quiñones
En los primeros días de enero de este nuevo año, estuve en mi pueblo natal, Sabaneta, y el sábado dos, sin proponérmelo, quise ver como había desaparecido nuestro prístino, emblemático e histórico río Yaguajay.
Depredado, deforestado, lleno de cuarterías en sus orillas, sucio, seco, lleno de lama y basura, sin peces, jaibas, camarones, cacandoces, “baítas”, ni peñas y mucho menos charcos. Quise investigar los nombres de los charcos que nos brindaban tanta alegría y esparcimiento en nuestra niñez, y con la ayuda de grandes sabaneteros que entrevisté, he aquí un listado, el lugar y el por qué del nombre de cada charco.
1.- EL CHARCO DE LUIS CABALLITO (El Tamarindo):
Estaba justo antes de la confluencia con el río Bambán, su nombre se debió a un señor llamado Luis que hacía caballito en esa zona, éste era el padre de Ton y de Papito “La Ciencia”. ( ESTATUS DESAPARECIDO).
2.- CHARCO LA BOMBA (El Tamarindo):
Estaba en la desembocadura de Bambán, y su nombre se le puso debido a que en el año 1949 se colocaron las bombas que abastecían el acueducto construido en ese año. Un hermoso poema del Dr. César Saint-Hilaire Cabrera, define con una fina metáfora ese desaparecido charco. (DESAPARECIDO).
3.- EL CHARCO DE LOS GUARDIAS (La Joya):
Se encuentra detrás del edificio que aloja a la guarnición del Ejército Nacional en Sabaneta, como lo indica su nombre, en él se bañaban los guardias del Ejército. (SECO).
4.- EL CHARCO DEL POMITO (La Joya):
Estaba al final de la calle María Trinidad Sánchez, su nombre se debía a un frondoso árbol de Pomo que había justo al frente del charco. (DESAPARECIDO).
5.- EL CHARCO TANITA (Cambelén):
Estaba bajando al final de una pequeña calle de ese sector, bajando por donde vivía El Abejón Martínez, Doña Seferina y otras familias más. Para llegar al mismo, debíamos tomar un sendero sinuoso y empinado, y al final un lindo y cristalino charco. (DESAPARECIDO).
6.- EL CHARCO DE LOS CUEROS (Cambelén):
Estaba colocado justo detrás de La Yaya, su nombre no creo que haya que explicarlo, aquí se daban un rico baño las mujeres que vendían placer en ese prostíbulo. (DESAPARECIDO).
7.- EL CHARCO SABANA LARGA (Cambelén):
Estaba en la desembocadura del río Sabana Larga, unos metros al sur, del viejo puente, era un montículo de barro que ensuciaba al instante todo el charco. (DESAPARECIDO).
8.- EL CHARCO DEBAJO DEL PUENTE (Cambelén):
Como su nombre lo indica, estaba justo debajo de aquel puente bajito, se formaba después de una creciente, por los remolinos que se hacían cuando esas crecidas tomaban fuerza aguas abajo. Aquí perdió la vida un hijo de Emilio Kilómetro. (DESAPARECIDO).
9.- EL CHARCO VALE CRUZ (Entre Cambelén y La Sabana):
Era un excelente, grandioso y profundo charco, con una gran peña, dispuesta para jugar “El Rey de la Peña”, en él aprendimos a nadar casi todos los muchachos de mi generación, incluyendo este humilde compilador de historia. Su nombre fue dado en honor a Ramón Antonio Cruz (El Vale Cruz), que vivía en sus alrededores con su esposa Fidelia. Eran unos padres prolíferos, entre sus hijos estaban Minguito, Ricardo, La Tujita y César Cruz, entre otros. (DESAPARECIDO).
10.- LA CHORRERA DE MINGO MARTE (La Sabana):
Enorme, con gran fuerza y lista para deslizarnos en tubos de gomas de carros, su nombre se le dio por el personaje que vivía justo al frente, Domingo Marte, hijo de Agustín Marte y doña Monsa, hermano de Mocho Jala-Jala, Paquiar, Chaco “Relámpago” y Juan María “Boca de Piano”. (DESAPARECIDO).
11.- CHARCO EL CAMARON (La Sabana):
Cuentan nuestros ancestros, que en este charco atraparon un camarón muy grande, y debido a este acontecimiento, se le puso el nombre a lo que fue en el pasado, un bonito charco. (DESAPARECIDO).
Es preciso aclarar que en el pasado se hacían charcos con mucha frecuencia, pero que desaparecían en corto tiempo, es el caso de El Charco Dulce, que se formaba entre La Joya y El Tamarindo, El Charco de Rosa Emilia, que se formaba después de El Vale Cruz, y cuyo nombre era en honor a Doña Rosa Emilia Pérez, hija del Vale Lupe, entre otros.
Esta trayectoria que lleva nuestro río, es para desaparecer en menos de quince años, no podemos seguir de brazos cruzados sin hacer nada al respecto. Sabemos que a nuestras autoridades no les importa la desaparición del mismo, total para ellos nada importa, solo seguir engañando.
Creo que nuestra generación, si no se levanta, va a tener que buscar la forma de pedirle perdón a las generaciones futuras, por haber heredado un precioso río y entregar un lecho de arena y piedra.
Les sugiero que lean un poema de Nito Leclerc, “Lamentos de Yaguajay”, está en el libro de nuestro Papo Fernández “Voces Sabaneteras”, en la página No. 167 de tan importante obra, y podrán palpar el grito desesperado de nuestro gran Poeta, Historiador, Escritor y Médico, para tratar de salvar nuestro río.
Solo les digo que con miedo y silencio, nunca tendremos una nación.
Hasta pronto, Dios querrá
Ricardo González Quiñones
Sabanetero
No mencionas el famoso Charco de la Viuda. Estaba en La Joya. Ese era el charco donde todos nos banabamos. Estaba mas abajo del camino a Los Cercadillos. Saludos Ricardo y «Feliz cumpleanos»!
Faltan charcos. Los del Este a la desembocadura de Bambán.