En este Día del Docente, celebramos la trayectoria de un educador que dejó una huella profunda en la comunidad de Sabaneta, elevando la educación y siendo un faro de esperanza para las futuras generaciones. ¡Gracias, maestro Bernis Quiñones, por su inquebrantable dedicación y compromiso!
Por: Juan Pablo Bourdierd.
Sabaneta, Santiago Rodríguez, RD. En el Día del Docente, hoy queremos destacar la trayectoria del maestro Bernis Antonio Quiñones Jaquez, un ejemplo de dedicación y entrega a la educación en la comunidad de Santiago Rodríguez. Nacido el 19 de octubre de 1959 en Las Caobas, Sabaneta, su vida profesional se ha forjado a lo largo de 31 años de servicio ininterrumpido en el Ministerio de Educación, desde finales de 1981 hasta el 2015.
Bernis cursó sus estudios primarios en la Las Caobas, perteneciente al Distrito Educativo 09-03 de Sabaneta. Rememora con cariño a sus primeras profesoras, entre ellas «Doña Cheche», cuyo nombre original no recuerda, y la profesora Maritza, de quien confiesa: “era una mujer hermosísima, me derretía por ella”. Más adelante, tuvo como maestros a César Zapata, Doña Beatriz Rodríguez Quiñones y Doña Elsa Rodríguez.
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Su formación secundaria comenzó en el Liceo Juan de Jesús Reyes de Mao, donde cursó primero y segundo de bachillerato, y la culminó en el Liceo Librado Eugenio Belliard. Quiñones relata las dificultades de esos años: “Fue algo muy difícil, nos levantábamos a las 5 de la mañana para aprovechar una bola, y muchas veces tuvimos que caminar desde el liceo hasta Las Caobas. Recuerdo a compañeros como Rafael, hermano de la profesora Carmen Almonte; René Reyes, que vive en Estados Unidos, e Inés Gerez, entre otros”.
A petición de su difunta madre, Bernis decidió estudiar para maestro en la Escuela Normal Luis Napoleón Núñez Molina de Licey al Medio, Santiago. Luego continuó su formación con una licenciatura en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en su extensión de Santiago Rodríguez y el CURNO en Mao.
Su primera experiencia docente fue en una escuela unitaria en la comunidad de La Pionía, Naranjito, donde apenas contaba con dos estudiantes en un rancho de cuatro palos. “Mi padrastro, José Agustín, al ver las condiciones, fue a buscarme a los dos días. Después de una semana, el profesor Pablo Marte, quien era el director, me envió a la comunidad de Jengibre, bajo la dirección de Nicolás Estévez, a quien admiro mucho”, recuerda. Más adelante, pasó un año en la escuela de La Lima de Palmarejo y casi seis años en Arroyo Seco.
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El maestro Quiñones compara su carrera con la trayectoria de un «hurón rodando un huevo» debido a los constantes cambios. En 1989, finalmente fue trasladado a su comunidad natal de Las Caobas, donde asumió la dirección de la escuela tras la salida de la profesora Elsa Rodríguez. Permaneció en ese cargo hasta su retiro en 2015.
“Fueron experiencias difíciles por el trayecto que me tocó recorrer”, relata Bernis. “Gracias a un motor que me prestaba mi padrastro, y luego, en 1984, con el mío propio, logré establecerme. Además, con el salario de 252 pesos de ese entonces, construí una casa para mi madre”.
Durante su gestión como director, vinculó a la escuela con la comunidad, organizando actividades como encuentros de padres, veladas, kermeses, rifas y celebraciones de días especiales. “Muchos niños no sabían lo que era el Día del Niño ni conocían juguetes o cenas navideñas. La alegría que sentían cuando recibían una fundita con dulces y juguetes no se puede describir”, expresó emocionado.
“Todo fue posible gracias al apoyo de maestros comprometidos con estas causas. Fuimos un ejemplo para las demás escuelas del Distrito 09-03 de Sabaneta, elevando la calidad educativa e integrando a la comunidad y al sector público y privado”, destacó Quiñones.
El maestro fue pensionado por el Instituto Nacional de Bienestar Magisterial (INABIMA) a finales de 2014, y su retiro se formalizó en 2015, dando paso a la profesora Narcisa Quiñones, una educadora igualmente dedicada.
“Tuvimos momentos difíciles con algunos maestros y estudiantes, pero había que imponer disciplina para lograr resultados”, reflexiona Quiñones. “De arrepentirme, creo que no, pero hubiera podido hacer más por mi comunidad. Logramos construir una cancha deportiva, aunque quizá fue un error permitir la instalación del Nivel Secundario en el mismo local”.
Al preguntarle qué cambiaría del sistema educativo actual, Bernis responde con firmeza: “Si estuviera en mis manos, priorizaría los casos especiales y la atención permanente a la calidad y preparación docente. Hoy en día es difícil por la delincuencia y la falta de autoridad de padres y tutores. Antes había más respeto; ahora cualquiera ofende sin reparo la labor del maestro”.
Finalmente, Bernis Quiñones, hoy radicado en Estados Unidos, expresa: “Agradezco esta oportunidad de compartir aspectos de mi vida que nadie conocía. Enfrento nuevas realidades aquí, pero, aun así, extraño a mi familia y mi campo”.
Juan Pablo Bourdierd, German Castro, las exdirectoras: Narcisa Quiñones, Mercedes Bueno, Nica Yolanda Rodríguez, Bernis Quiñonez, Zenón Rodríguez y Carmen Almonte (derecha).
En el Día del Docente, destacamos la trayectoria de Bernis Quiñones, un maestro con 31 años de servicio ininterrumpido que transformó la educación en Sabaneta, Santiago Rodríguez, dejando un legado de compromiso y entrega a la comunidad.
