Por Néstor Estévez.
Estamos iniciando la semana en la que se cumple el sesquicentenario de la Restauración de la República Dominicana. Como sabemos, nuestro pueblo destaca y logra renombre por conocerse como «Cuna de la Restauración de la República Dominicana». Sobran los motivos históricos para llevar con orgullo ese nombre.
Pero es pertinente preguntarnos ¿Sólo queremos llevar el mote o estamos en disposición de ganarnos el derecho a mantenerlo? ¿Qué estamos haciendo para eso?
Cabe recordar que la Restauración fue armada en aquel lugar ubicado al lado de Yaguajay, en donde vivía el General Santiago Rodríguez y llegó Gregorio Luperón, en la Sabaneta de hoy.
En donde nació Luperón están realizando el VI Festival Cultural de la Restauración. Se trata de un amplio programa que incluye 69 actividades a lo largo de dos semanas. Se espera más de 25 mil personas como espectadoras y participantes. Es el trabajo de más o menos un año de planificación, de un equipo que concibió el proyecto hace ocho años.
En Sabaneta, en la «cuna», parece que estamos esperando a que vuelva otro puertoplateño a entusiasmarnos. ¿O estaremos aguardando por la resurrección del General? ¿O creemos que es suficiente con depositar una ofrenda floral, ir hasta el monumento y tocar el himno en frente del cuartel policial?
¿Pasará igual con el cincuenta aniversario de la caída de Francisco Bueno Zapata? Para eso faltan cuatro meses.
No quiero ser ave de mal agüero. Prefiero tener un enfoque propositivo y retomar la frase que he tomado sin el permiso de un amigo. Se trata de Diego Sosa, un dominicano que acaba de publicar su libro número doce. Y tiene varios esperando por el momento más oportuno para dar a conocer al público. Él –sin proponérselo– me ha regalado el título de estas líneas que comparto con ustedes.
Atención autoridades provinciales y municipales. Atención empresarios. Atención fuerzas vivas de Santiago Rodríguez.
«Únicamente se hace tarde cuando de manera reiterada se decide no accionar».
Me gusta ver el enojo en tus palabras, la incomodidad escrita, la molestia de década año lo mismo, y realizado por los mismos actores, lo peor es quien en vez de muchos reaccionar nos deja llevar por la corriente, que regularmente, casi siempre no
gracias por mantenerme informado de todo lo que pasa en mi provincia