Seúl, 1988

El reinado de Carl Lewis llegó a parecer efímero por unas horas. Las que pasaron entre que Ben Johnson batió a Lewis en la final de los 100 metros lisos y que fue descubierto que la hazaña la había conseguido dopándose con anabolizantes. Jhonson fue desposeído de su título olímpico y pasó a la historia de los Juegos Olímpicos como el primer gran tramposo.

Otra que estuvo bajo sospecha fue la atleta estadounidense Florence Griffith-Joyner, que en los Juegos Olímpicos de Corea ganó en los 100 metros, en los 200 y en el relevo de 4×100 metros, además de conseguir también la plata en el relevo de 4×400 metros. Aunque jamás se ha podido demostrar que Flo Jo, como se apodaba a la reina de la velocidad, se hubiera dopado para conseguir sus resultados, su carrera estuvo siempre bajo la sombra de la sospecha. Quizás porqué a partir del positivo de Johnson se comenzó a ver a los campeones con la mirada sucia.

El otro gran protagonista de la cita olímpica coreana fue el nadador estadounidense Matt Biondi. Considerado en su país como el hombre que tenía que igualar el récord de siete oros de Mark Spitz en Munich 1972, Biondi no pudo con el mito pero se colgó hasta cinco oros olímpicos que le valieron el sobrenombre de El torpedo de Moraga, su ciudad natal.

La gran polémica vino con la designación de Corea como sede de los Juegos Olímpicos. El norte del país, dividido del sur desde la Guerra Civil (1959-1953), pidió ser copatrocinador de los Juegos Olímpicos al considerar que ambos países formaban una única nación. El COI, considerando que desde su separación eran de hecho dos Estados distintos, no accedió a la petición del país comunista, con lo que los países socialistas, con Corea del Norte al frente, decidieron boicotear la cita olímpica y no participaron.

Por lo que respecta a España, es más destacable la enorme progresión que se hizo desde Seúl a Barcelona que los resultados cosechados en Corea. La delegación española, formada por 273 deportistas, tan solo pudo conseguir cuatro medallas. El único oro fue para el velista José Luis Doreste, que siguió de esta manera la racha de triunfos olímpicos españoles en vela iniciada cuatro años atrás. Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal consiguieron una meritoria plata en el campeonato de dobles de tenis y Sergi López (natación) y Jorge Guardiola (tiro olímpico) acabaron terceros en sus disciplinas. Más decepciones que alegrías y la vista puesta en Barcelona.

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