Ser un caballero…

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Yadira Rivas - escritora (foto de archivo)

Por: Yadira Rivas.

Ser un caballero…

Tal parece que se están extinguiéndo los verdaderos caballeros y los siguen por las mismas puertas, los verdaderos hombres.

En varios niveles sociales, existen individuos que miden su hombría de acuerdo al público que escucha sus versiones de conquistas y de aventuras amorosas, falsas o ciertas.

Recalcando que ningún hombre que tenga valor y dignidad se presta para estas adversidades.

Las inseguridades de un hombre, la necesidad de atención el cual no puede obtener por sus propios méritos, los llevan a querer obtenerla a cualquier manera, con cualquiera que les preste oídos.

  • un verdadero caballero, no le resta importancia a su pareja presente, por consecuencia desvalora su pareja y es motivo de lastima de quienes son testigo de la devaluación.
  • un verdadero caballero no tiene memoria.
  • no habla mal de una dama, ya que con esto muestra su poca hombría.
  • la elegancia de un hombre está en la seriedad de su boca.
  • un verdadero caballero no habla de una dama aun cuando esta, lo ha lastimado o rechazado.
  • un verdadero caballero sabe que sus acciones cargan más peso que cualquier palabra que haya salido de su boca.
  • un verdadero caballero jamás difama a una dama mucho menos contribuirá a difundir chismes.
  • un verdadero caballero no presta oídos a aquellos que necesitan probar que ellos pueden conquistar más que nadie, ya que todo lo que prueba es que no debe de poseer muchas cosas dentro de sus calzones.

Es lógico que cuando el hombre habla de una mujer, le sigue importando, le duele su rechazo, siente la necesidad de bajarla a su nivel para alimentar sus complejos de inferioridad y en el segundo que comienza a alardear, toma sus primeros pasos a dejar de ser un hombre.

Si usted no la pudo tener, sea un caballero, si no tiene nada bueno que decir de usted mismo, elija otro tema y busque otra manera de sentirse hombre. Sea un caballero.

Toda mujer es una princesa, merece un caballero que la rescate, un príncipe que la despierte, un rey que la reguarde y un hombre que la ame.

Sea caballeroso!

1 COMENTARIO

  1. Bueno, palabras han habido. Eso es lo que se llama un buscapié batatero. Más claro ni el agua. Y lo que es más contundente: él que le sirva el zapato que se ponga.

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