Rol del docente en el proceso enseñanza aprendizaje

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Aprender sin reflexionar es malgastar energía «Confucio»
Por: Pericles Jáquez. MA
En este mundo globalizado ser maestro es muy complejo, es un reto que conlleva una gran responsabilidad porque se enfrentan a niños, adolescentes jóvenes y adultos con costumbres, nivel socioeconómico y capacidades, diferentes.

El maestro de hoy debe ser un ente motivador, facilitador, un guía del proceso para que sus estudiantes se extrapolen a distintas parcelas del saber y así, puedan ampliar sus horizontes cognitivos. Un proceso bien orientado le brinda al alumnado las herramientas necesarias para su formación integral.

El docente debe adaptarse al cambio del nuevo mundo digital, dominar las herramientas informáticas, comunicarse por las distintas herramientas, producir y saber publicar su propio material, debe convertir el aula en comunidad de aprendizaje.

No cabe duda, que para una buena enseñanza se necesita un buen maestro. Hostos plantea que un buen programa en manos de un mal maestro se convierte en un mal programa y que un mal programa en manos de un buen maestro se convierte en un buen programa. El buen maestro no se limita al mero desarrollo de contenidos curriculares; escucha, comprende y apoya a sus estudiantes en los diferentes problemas que presentan en su vida académica, familiar y social.

En este sentido el docente tiene que apropiarse de las herramientas que conducen a la producción de conocimientos. De este modo, ayuda a que los alumnos conozcan y comprendan mejor lo que sucede en su propio entorno en la región y el mundo. También promueve el desarrollo del sentido crítico, permitiéndole la capacidad para descifrar la realidad y adquirir la autonomía de juicio.

Es de vital importancia que el docente oriente su práctica hacia la formación de un sujeto que esté en condiciones de aplicar lo aprendido en la vida cotidiana, que tenga las competencias para reinventar, asumir riesgos, trabajar en equipos. Que esté en condiciones de descubrirse así mismo, de conocer a los demás, de buscar objetivos comunes para despertar valores como la tolerancia, la empatía, el amor al prójimo, participar y así colaborar con los demás en las diferentes actividades humanas.

Como facilitador del proceso el liderazgo del maestro es de mucha importancia porque ayuda a sus alumnos a ejercitar la atención, la memoria y el pensamiento. Como ente facilitador debe privilegiar el liderazgo sobre la técnica, reconociendo que él es mediador entre sus conocimientos y los saberes de los estudiantes.

De la teoría de la complejidad de Edgar Morín, se puede colegir, que modernizar el proceso de enseñanza aprendizaje es vincular el área o disciplina que se está trabajando con otros campos del saber. Esto permite que la clase resulte mucho más interesante y motivadora para los estudiantes. Además, le da una visión de globalidad al contenido que se está abordando, aproximándose a la forma real como ocurren los hechos.

Un buen maestro sabe que debe mantener motivados a sus alumnos en torno al proceso que se vive en el aula por eso tiene que hacer uso de estrategias de enseñanza que estén acorde con la manera como aprenden los estudiantes y que al mismo tiempo sean adecuadas para el área y contenido que les ocupa. Debe tener presente el uso de las TIC, la pertinencia en la selección y utilización recursos didácticos que sirvan de apoyo. De esta manera, el proceso enseñanza aprendizaje será más lúdico, más provechoso porque se logra la integración de los alumnos y una mayor apropiación de los conocimientos.

Claro está que el docente debe estar consciente de que el conocimiento que resulte del proceso que conduce tiene que ser significativo, de modo que el alumnado sienta que le sirve para la vida y que puede enseñar a otros lo que ha aprendido. En consecuencia es responsabilidad del maestro, el diseño de una planificación orientada hacia estos propósitos.

Cabe resaltar, que para lograr cualquier tipo de aprendizaje se necesita conocer la teoría que lo sustenta. Por ejemplo: para lograr aprendizajes significativos en sus alumnos, el docente necesita conocer la teoría en que éste se sustenta. En otras palabras, si deseamos ir hacia un lugar determinado tenemos que transitar por el camino que conduce él. No se llega por el camino equivocado.

Por tal razón, el docente debe ser conocedor de distintas corrientes pedagógicas, teorías de enseñanza y aprendizaje, manejar los planteamientos de autores diversos de manera que le permita obtener competencias necesarias para organizar y conducir procesos de enseñanza aprendizaje de buena calidad.

Por todo lo anterior, se hace necesario que el docente de hoy auto reflexione sobre sus saberes, su práctica pedagógica, el tiempo que dedica a la actualización profesional, su postura ante el alumnado, sus colegas, su visión sobre la realidad social, su partición en la sociedad. Dejar de ser un repetidor de conocimientos y pasar a ser un productor de conocimientos aprovechando el espacio en el que realiza la labor docente y los sujetos con quienes interactúa.

2 COMENTARIOS

  1. de donde sacaste lo de edgar morin? libro? necesito saber el libro por favor contesta a mi correo me es urgente saber de que liro lo sacaste

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