Reconciliable

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Por: Sergio H. Lantígua.
San Ignacio de Sabaneta, Santiago Rodríguez, RD. Desde Scranton, Pennsylvania, USA. Hoy Sábado, despuntó el día todo alborozado, presuntuoso y optimista… con un sol apertrechado de acariciantes y briosos lampos que provocara el que arrimase una silla al panorámico ventanal que atisba el poniente y desde aquel ventajero observatorio, ora apertrechado de una humeante taza de café Bustelo, recién colado, aderezado con una liliputiense cuota de brandy Cardenal Mendoza, contemplar la amodorrada naturaleza que ya comienza a dar indicios del advenimiento de la permutable primavera; lo que motivara, me envolviese la nostalgia pensando que: hoy, precisamente, en nuestro añorado pueblo habrán de estarse reuniendo en una fraterna tertulia poética los cófrades del Club de Escritores de Santiago Rodríguez. Para cada hacedor/a, mi regocijado abrazo desde nuestro exilio voluntario. Para todos vosotros y ellos, mi postrimera faena poética.

RECONCILIABLE
Tarde de vigilia al festón de las huidizas quimeras
Sueños entrelazados mágicos espantos del pasado
Donde suelen habitar la incertidumbre y el sueño
Bosquejo de caprichos por haberte esperado tanto
Incoherencia de frases frustrantes en cada verso
Similares al humo viciado de la colilla de un cigarrillo
Y a la postrera copa de vino sin un final estratégico
Acicates que hacen disímiles las penas de la espera
Mas cuando el caprichoso ilusionar no tiene remedio
Porque son como palabras que se las lleva el viento
Como el desconsuelo de escuchar tu voz en el eco
Trayendo sensaciones de que puedo besar tu boca
Quizás al encontrarte te musite al oído cosas nuevas
Pero antes habré de confesar que mis lágrimas de odio
Aquellas que mi rencor fermentara por la larga espera
Ahora quieren que este amor florezca en tus primaveras

2 COMENTARIOS

  1. Buenos versos, con el romanticismo que caracteriza a su autor. Con respecto a la actividad del Club de Escritores que usted menciona, la realizamos. Al momento de escribir estas notas acabo de llegar de la casa de Yadira Rivas. Fue una actividad estu

  2. Gracias mi estimado amigo-declamador Yamil por el indescriptible privilegio de que a través de tu sutileza como decidor se encumbrara mi prosa en ese breve espacio de tiempo a una horizontalidad impensada por este humilde hacedor poético.

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