¿Realmente tenemos lo que merecemos?

Por: Ricardo González Quiñones
He creado la interrogante para expresar de manera firme, inconformidades con una gran parte de nuestros conciudadanos sabaneteros, porque a la postre, no acaban de despertar de ese letargo y comenzar a empoderarse de una vez y por toda, borrando de golpe y porrazo este circo al que nos han acostumbrado los políticos sabaneteros.

Esta vez, y por suerte para ellos, no es de los políticos que voy a referirme, sino de los espacios físicos que tenemos en el Municipio. Para muestra he aquí ocho botones.

1.- Nos merecemos un Estadio de Béisbol como está el Armando Sosa Leyba?
2.- Nos merecemos nosotros un Parque como está el Parque Don Juan Rosado?
3.- Nos merecemos los sabaneteros una Casa Consistorial en esas condiciones?
4.- Nos merecemos nosotros un Acueducto Municipal en ese estado?
5.- Nos merecemos los sabaneteros un Hospital operando con miseria?
6.- Nos merecemos los ciudadanos un Mercado arrabalizado?
7.- Nos merecemos los sabaneteros ese desorden en el tránsito vehicular?
8.- Nos merecemos nosotros los sabaneteros que las vías hacia las comunidades como Mata del Jobo, San José, Martín García, Cercadillo, etc. estén en esas condiciones?

No podemos seguir apostando pueblo de Sabaneta a que un grupito de políticos desmemoriados tenga que decidir cuáles son nuestras prioridades.

Vinieron dizque a remodelarnos el play y lo dejaron en peores condiciones que como estaba, y nadie sabe cuánto costó ese relajo.

Vinieron a inaugurar un acueducto y gastaron más de 230 millones de pesos y no tenemos agua constante en Sabaneta y nadie pregunta dónde se gastó todo ese dinero.

«A nosotros no nos interesan victorias indignas» decía Mario Benedetti, nosotros queremos un play, un acueducto, un parque, un hospital, un buen tránsito vehicular, un mercado y carreteras que funcionen, porque no nos están regalando nada, al contrario nos están quitando.

Recuérdenlo bien políticos de Sabaneta, «los pobres no son invisibles«, son seres humanos con el mismo derecho que ustedes, y sépanlo bien que un día de estos, el menos pensado, van a abrir bien sus ojos y sus mentes y jamás se dejarán engañar de estos encantadores de serpientes. Y cuando esto suceda, entonces será «llorar y crujir de dientes».

Hasta pronto, Dios querrá

Ricardo González Quiñones
Sabanetero