La comunidad atlética de Cibao lamenta profundamente el fallecimiento de José Antonio Toribio, apodado cariñosamente «Totón», quien murió a los 56 años. Toribio, una figura emblemática en el atletismo cibaeño, dejó un legado de excelencia y dedicación, especialmente en los eventos de 400 metros lisos y con vallas.
Santiago, RD. La disciplina del atletismo en Cibao está de luto tras el fallecimiento de José Antonio Toribio, conocido cariñosamente como «Totón», a los 56 años. La noticia se dio a conocer ayer jueves en la tarde, conmocionando a la comunidad atlética local.
Totón, originario del barrio Bolsillo, se mudó a Santiago en busca de un mejor futuro. Se destacó en las competencias de atletismo, especialmente en los 400 metros lisos y 400 metros con vallas. Su técnica y dedicación le valieron múltiples reconocimientos, incluyendo victorias en juegos fronterizos y provinciales de Santiago. Además, fue un miembro del equipo de atletismo del Ejército de la República Dominicana (ERD), participando en los Juegos Militares.
Uno de sus momentos más destacados fue en 1988, cuando ayudó a la provincia de Santiago Rodríguez a alcanzar el segundo lugar en un torneo nacional de atletismo, solo superados por La Romana, mientras La Vega termino en la tercera posición a solo un punto.
Más allá del atletismo, Toribio también se dedicó al ciclismo, destacándose en la categoría Máster. En Santiago era conocido por ser guía turístico en sus recorridos en bicicleta durante las fiestas patronales de Las Mercedes cada 24 de septiembre, una tradición que atrajo a numerosos participantes a lo largo de los años y que siguió amentando con los años.
El legado de Totón también se extiende fuera de las pistas. Inspiró a muchos jóvenes atletas en el estadio de béisbol Armando Sosa Leyba en Sabaneta, Santiago Rodríguez, donde sus técnicas de carrera muy bien definida; siendo imitada por sus compañeros; bajo la tutela del instructor César Bienvenido Reyes.
La comunidad atlética y amigos de diversas disciplinas se despidieron de Totón en una emotiva ceremonia que culminó en el cementerio del Ingenio, en Santiago, donde su cuerpo descansa junto a otros familiares. Su partida dejó marcada como la era fuerte del atletismo en la provincia, su espíritu sigue vivo en aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y aprender de él.