El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos ha realizado un estudio para identificar los hábitos que producen cefaleas a edades tempranas.
Por: María Flores Anarte – Periodista especializada en maternidad, infancia y crianza
El dolor de cabeza o cefaleas son dolencias muy frecuentes en nuestra sociedad, en ambos sexos y a todas las edades. Pero cada vez son más los niños que manifiestan este malestar. Presentándose el riesgo de que, al crecer, ese dolor desemboque en migrañas.
El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos ha profundizado en este asunto, estudiando cuáles son los factores relacionados con el dolor de cabeza, y de qué forma podemos minimizarlos. Entre otras conclusiones, han dado con varios hábitos que son muy comunes entre los niños, pero que conviene controlar porque son elementos clave para producir el dolor de cabeza a esas edades.
Así que toma nota, si tu hijo o hija se queja de dolor de cabeza, o si no lo hace, pero quieres prevenirlos, estos son los hábitos que tienen que deducir o eliminar en su día a día según el estudio citado:
- Alimentación inadecuada. Comer a deshora es tan perjudicial como comer alimentos inapropiados. Habrá que vigilar que no coman demasiado chocolate o azúcar. También hay que evitar cosas como el exceso de queso y de embutidos. Todo ello está relacionado con los dolores de cabeza, pero también con otras cuestiones de salud.
- Tiempos de descanso irregulares. Es importante que tengan rutinas establecidas para sus horas de sueño, y que descansen lo suficiente. El estudio recomienda que hasta cumplir los 3 años duerman entre 11 y 14 horas diarios, de 3 a 5 años entre 10 y 13 horas, de 6 a 12 años entre 9 y 12 horas, y de 13 a 18 años entre 8 y 10 horas.
- Estrés por las actividades escolares. Aunque es benificioso que los niños tengan su tiempo de estudio y sus actividades extraescolares para que desarrollen más habilidades y establezcan vínculos más sólidos con otros compañeros, hay que vigilar las cargas a las que les sometemos. Del mismo modo, también deberíamos rebajar la presión sobre los resultados o notas que esperamos de ellos, según los expertos.
- Deshidratación. Beber agua es casi tan importante, o más, como comer correctamente. Dependiendo de su edad y de su cuerpo, pueden necesitar entre 4 y 8 vasos de agua al día. Que estén correctamente hidratados es algo fundamental, y también hay que priorizar el agua sobre las bebidas azucaradas.
- Problemas familiares. El ambiente familiar también influye mucho en el estado de ánimo del niño, y en los dolores de cabeza que pueda experimentar. Estos son más frecuentes en hogares sin armonía o respeto entre los diferentes miembros de la familia. Las constantes peleas, discusiones y malos comentarios pueden tener un impacto negativo en su salud.
A estos asuntos que señala el estudio del El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, yo añadiría otros hábitos a reforzar para evitar el dolor de cabeza, como: pasar más tiempo en contacto con la naturaleza, reducir el consumo de pantallas, practicar ejercicios de relajación y meditación adecuados a su edad, etc.
En resumidas cuentas, pausar un poco esta vida tan acelerada que llevamos y que nos arrastra no sólo a los adultos, sino también a nuestros hijos, que se ven obligados a seguir el ritmo que marca nuestra vida laboral y nuestras obligaciones domésticas.
