Por: José Andrés Leclerc Núñez.
Lo que se escribe a continuación, no es una descripción de los acuciantes problemas que hoy día afectan a nuestro principal y más cercano afluente; el que nos nutre y nos da la vida; es más bien, una breve investigación de porqué los desacuerdos y discrepancias gramaticales se han perpetuado de generación en generación al momento de la escritura de su nombre.
Tenemos plena seguridad de que muchos de los que lean el título de este artículo, considerarán insípido, banal y anodino hasta el extremo de la nimiedad, centrar la atención en: ¿Cómo tiene que escribirse el nombre del río? ¿No será de mejor provecho escribir sobre las dificultades que menoscaban su caudal: dragado, deforestación de sus riberas y contaminación por agentes biológicos, físicos, químicos y biodegradables? Humildemente consideramos, que igual a lo anterior, tan pernicioso y nocivo resulta la indiferencia ante lo mal escrito, haciendo de este lapsus una inexactitud y costumbre equivocada, creyéndonos que es lo correcto cuando estamos ante la presencia de una grave falta y un desacierto gramático cultural que necesita ser proscrito para siempre.
Es ignorancia e irrespeto a nuestros ancestro aborígenes, desagradecimiento a alguien o algo que hace cientos, quizás miles de años nos ha suplido del líquido vital sin pedir nada a cambio y, que en la actualidad no sepamos siquiera con certeza escribir su magnánimo nombre. A través del tiempo le hemos designado de tres diferentes maneras: YAGUAJAL, YAGUAJAI, YAGUAJAY. Los dos primeros «vocablos» no existen, nunca formaron parte de la lengua que hablaban nuestros arahuacos, tampoco aparecen en diccionarios de nomenclatura indígena; fueron creados por los sabaneteros.
Muchas palabras de la lengua de nuestros nativos han sido cambiadas, tal es el caso de: Mana-guayabo por Manoguayabo, Dema-jagua por Damajagua, Guana-tubí por Juana-tubí, etc. (Rafael García Bidó). El caso que nos ocupa no es diferente y explicaremos a continuación los motivos por los cuales el nombre de nuestro río, en el paso de los años ha sido escrito de tres distintas formas. ORIGEN DEL FALSO VOCABLO YAGUAJAL.- Proviene de lo que llamamos un «exceso de ortografía», veamos: En el siglo XlX y todavía muy avanzado el siglo XX, el nivel de analfabetismo en nuestro municipio, siendo conservadores, debía rondar en 90 a 70% respectivamente; llegado el momento de aludir gráficamente a nuestro río, los afortunados y escasos grafos de la época al escuchar la lógica pronunciación del vocablo, que termina en «ay», creían era la pronunciación defectuosa del entronizado regionalismo cibaeño , confundiéndole con el diptongo «ai», modo de hablar característico del iletrado campesino que sustituye las letras «l» y «r» del terminar de las palabras por la letra «i»; de ese modo, al escribir, elegían la palabra YAGUAJAL creyendo estar en lo correcto, nunca imaginaron que aquélla pronunciación era la apropiada. Así, podemos encontrar que hombres alfabetizados de aquéllos tiempos, tales como: Alejandro Bueno, Federico Hidalgo, Jesús María Thomas entre otros, el 2 de Julio de 1917, formaron un club llamado: «Brisas del YAGUAJAL«. En su obra «Historia de Santiago Rodríguez» el letrado vegano, J. Agustín Concepción siempre alude a nuestro afluente de igual equivocada forma.
En los tiempos de nuestra niñez y juventud en que cursamos los niveles de educación primaria y secundaria, tanto el profesor como los alumnos trazábamos en el papel o la pizarra la palabra YAGUAJAL. Quien redacta, tuvo la osadía de atreverse a componer una expresión literaria titulada: «Los Lamentos del YAGUAJAL», incurriendo también en el agravioso dislate de mal escribir el nombre del elemento poético principal; recientemente recaíamos en el desliz, citándolo de igual y desacertada manera. Pero el caso más llamativo, amigos(a) lectores, resulta ser el descubrimiento de un pez del género» Limia» en las aguas de nuestro río en 1980, por un biólogo de apellido Rivas, quien llamó a la nueva especie: «Yaguajal limia» y cuyo nombre científico es «Limia yaguali», lo cual, según nuestros muy modestos conocimientos, resulta ser incorrecto porque parte de una falsa premisa, en tal caso, el nombre científico del pez debería ser «Limia yaguajayi». Incursionando en el cyber espacio encontramos decenas de lugares denominados YAGUAJAL como un río de nuestro país, pero ninguno YAGUAJAI. Wikipedia, la gran biblioteca virtual se refiere a YAGUAJAY haciendo de este término una «DESAMBIGUACIÓN«. ¿Qué es DESAMBIGUAR? Son las operaciones necesarias para que una palabra, frase o texto pierda su AMBIGÜEDAD ¿Qué es AMBIGÜEDAD? Lo que dicho o escrito, puede entenderse de varios modos o admitir distintas interpretaciones y ser motivos de dudas, incertidumbre o confusión. En otras palabras; el término YAGUAJAY resultó de una desambiguación hecha a YAGUAJAL. ORIGEN DEL INCORRECTO VOCABLO YAGUAJAI.- Ocurre por la misma razón que origina a YAGUAJAL. La vigésimo sexta letra del alfabeto, la letra «YE»(Ortografía 2010) al final de una palabra tiene el valor de la «i» plenamente vocal, formando en nuestro caso el pseudo diptongo sonoro «ai». Esta coincidencia de sonido entre «ay» y «ai» ha sido el origen de la persistencia de la confusión. Supongamos, que si el río YAGUAJAY desde su nacimiento, se enrumbara no hacia el Norte, hacia Sabaneta sino, hacia el Sur, irrigando las tierras y sabanas de las provincias de San Juan De La Maguana y Elías Piña; su pronunciación hubiera sido la del regionalismo sureño: «YAGUAJAR» entonces, no hubiese existido coincidencia sonora con la forma correcta YAGUAJAY, por lo que su escritura exacta hubiese tenido que primar evitando así la persistencia de la equivocada.
EL ORIGEN DEL VOCABLO YAGUAJAY.- El diccionario «Indigenismos» de Emiliano Tejera no hace referencia de ninguna forma a esa voz indígena; en «Voces de bohío; vocabulario de la cultura taína»(Rafael García Bidó) se describe como: «un poblado de Cuba, en la provincia de Villa Clara». YAGUAJAY es un vocablo de la lengua ARAHUAC proveniente de la voz indígena: «Iguajay» , compuesta etimológicamente por la voz «Iguay» que significa YAGUA, que al acompañarse del aumentativo «jay» significa: «lugar donde abunda la palma». Otra versión habla de: «llano rodeados por lomas». Se hace mención de otra teoría relacionándolo con el cacique que gobernaba esas tierras, hipótesis descartada por nosotros por la siguiente razón: en las dos islas existía el nombre YAGUAJAY pero, un mismo cacique no podía regir en dos distintas islas (Cuba y Haití). Lo que sí existió y existe en las dos islas al mismo tiempo es la abundancia de palma en un lugar determinado y, llanos rodeado por lomas. Refieren los yaguajayenses del municipio de Yaguajay, provincia de Sancti Spíritus, Cuba: «HAY SOLAMENTE TRES LUGARES EN EL PLANETA TIERRA DENOMINADOS CON EL NOMBRE DE YAGUAJAY, DOS PUEBLOS EN CUBA; UNO EN SANCTI SPÍRITU Y OTRO EN HOLGUÍN, EL TERCERO; ES UN RÍO DE LA REPÚBLICA DOMICANA«, y ese es amigos y amigas nuestro inmenso, el hoy tan maltratado, descuidado y postergado: RÍO YAGUAJAY.
Excelente artículo amigo,interesante conocer un poco más de nuestro río;lástima que languidece cada día. Se te extrañaba en Sabaneta SR.