Casitas coloridas en la frontera
Por: Sergio Reyes II/EDIFRON
A mediados de la década de los 40’s del siglo pasado se dio inicio a la llegada de una primera oleada de campesinos que habrían de constituir la colonia agrícola de Pueblo Nuevo, en la Sección de Capotillo de la entonces provincia Libertador (Dajabón, en la actualidad).
Ese primer grupo de inmigrantes, destinados a reforzar los objetivos estratégicos del Plan General de Dominicanización Fronteriza encaminado por el régimen de Rafael Leónidas Trujillo Molina, estuvo constituido por un grupo de 10 familias, cada una de las cuales recibió una modesta vivienda, una determinada porción de terrenos, implementos agrícolas básicos, insumos para la siembra y alguna ayuda mensual en metálico, entre otras facilidades.
La saga vivida por aquel grupo de pioneros iniciales –más los que se les agregaron después-, sus esfuerzos y las muestras de abnegación demostrados en el transcurso de casi 70 años de trabajo en el surco redentor, es digna de encomio y reconocimiento.
Acorde a los postulados de Ediciones de la Frontera –EDIFRON-, entidad cultural que propugna por exaltar los valores más positivos de la región fronteriza dominico-haitiana, su gente y sus comunidades, nos hemos dado a la tarea de rescatar la vistosidad en las fachadas de las humildes viviendas que acogieron a aquellos primeros pobladores, estampando en ellas vistosas imágenes que representen la magnificencia de la naturaleza circundante, con el colorido que caracteriza a esta pintoresca región de nuestro país.
Con ello, estaremos brindando un significativo reconocimiento a los hombres y mujeres que dispusieron sus esfuerzos y sacrificios en aras de mantener la vigencia de la soberanía dominicana en esta región, a la vez que se estará agregando un atractivo especial, de gran interés para residentes o visitantes de paso por este apartado rincón del país.
Como objetivos fundamentales de este gran proyecto de rescate y difusión cultural, perseguimos:
-Exaltar el alto contenido nacionalista y la dedicación al trabajo tesonero, mantenido en el curso de casi 70 años por los miembros de una colonia agrícola enclavada en plena frontera dominicana.
-Proyectar a la comunidad de Pueblo Nuevo y poblados aledaños como un destino cultural turístico y ecológico de gran interés para excursionistas y lugareños en general.
-Estimular la creación del Corredor Fronterizo, en el orden histórico, panorámico y ecológico, que tome en cuenta el incalculable aporte, tanto de los moradores originales de esta vasta zona así como de un considerable número de inmigrantes –nacionales y extranjeros-, que han dedicado sus vidas al desarrollo socioeconómico de la frontera y al engrandecimiento de esta región en el orden folklórico y cultural en general.
A grosso modo, este proyecto persigue estampar vistosos murales en las fachadas de las humildes casitas que constituyeron el caserío inicial –muchas de las cuales aún conservan la mayor parte de los rasgos básicos y los elementos arquitectónicos con que fueron concebidas-.
Para ello, se ha tomado como piloto la estructura central de Villa Vitalina, legendaria vivienda en donde residió por muchos años la familia Reyes Jiménez –pioneros de la colonia- y en donde funcionan las instalaciones principales de EDIFRON.
El venerable lugar ya comienza a ser ampliamente visitado por amigos y familiares y desde ya apunta a convertirse en un icono cultural, histórico y ecológico sin parangón en la frontera dominicana.
Estamos encaminando diligencias ante los miembros de las descendencias de los colonos que habitaron –y aún habitan- en la comunidad , en busca de ganar su colaboración para con el proyecto.
De igual manera, se gestiona el apoyo de organismos oficiales y municipales así como de entidades del quehacer cultural, en aras de obtener el auspicio de las etapas centrales del proyecto.
Un equipo de pintores, publicistas y estudiantes de arte están siendo contactados en la intención de lograr su integración entusiasta con esta vistosa iniciativa y, desde ya, se cuenta con una batería de artistas oriundos de la frontera que han dado su visto bueno y solo están a la espera del inicio de esta jornada cultural.
Todos juntos, vamos a cambiar la fisonomía de esta distante región de nuestro país y a contribuir con la elevación del fervor patriótico y la fe en el porvenir entre los humildes habitantes de nuestros campos y poblados limítrofes.
La Patria no Termina sino que Comienza en la frontera.