Un sublime escudo, el de la Escuela Básica de El Caimito

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Por: Ricardo González Quiñones

Invitado, hace apenas quince días, por los estudiantes y maestros de la Escuela Básica de El Caimito, una laboriosa comunidad ubicada al Este de Sabaneta, a unos siete kilómetros aproximadamente, tuve el privilegio de compartir con ellos su historia pasada y presente, en un armonioso conversatorio.

Hablamos de su emblemática escuela, que había nacido hace 71 años, sus primeros maestros como Israel Espinal y Minaya Barrientos, entre otros. Hablamos de un hombre de valía, nacido en ese terruño llamado Israel Fermín. Y les decía que cuando tengan los trazos de sus calles con aceras, contenes y asfalto, no dejen que les pongan nombres de estos políticos, sino de esos educadores y hombres de buen vivir de su comunidad.

Alentados por su profesor Luis Manuel Toribio (El Súper Lima), me pidieron identidad para su sagrada escuela. Hoy con inmenso orgullo, con la sublime satisfacción del deber cumplido, y con la gran ayuda desinteresada de mi amigo sabanetero Gabriel García, le estamos entregando este escudo, con la seguridad absoluta de que lo van a amar y respetar para toda la vida.

Con este escudo, el número once, me despido de hacerle escudos a los centros educativos de mi natal Sabaneta. Quiero que se entienda que no es porque no quiero hacerlo, sino que creo firmemente que debe haber en todo, los relevos generacionales. En nuestro terruño existen decenas de muchachos con gran talento, arte y deseos de ayudar, que podrán plasmar nuevas ideas, diseños, colores y formas, a los escudos de las escuelas que están aun sin identidad en nuestra heroica Sabaneta.

Desfilen con él, muchachos, en todos los actos de su escuela, también los días 26 de enero, los 22 y 27 de febrero, los 5 de marzo, los 16 de agosto y seis de noviembre de cada año. Gracias por invitarme, gracias al profesor Lima, a Gabriel y su Imprenta García, a los profesores del centro y sobre todo a Dios, por permitirme nacer en la tierra de «Los Hijos del Fuego», Sabaneta.

Hasta pronto, Dios querrá

Ricardo González Quiñones
Sabanetero

1 COMENTARIO

  1. Gracias arquitecto Ricardo González, no se imagina que tan agradecidos estamos de que usted cumpliera ese sueño. Mil gracias RICARDO…

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