¿QUIÉN SERÁS TÚ EN EL 2011?

Por: Robert Núñez
La navidad ha pasado y el año 2010 está terminando, debemos aprovechar el tiempo para recomponer nuestras metas y prioridades, pero sobre todo, pasar balance a nuestro accionar en los últimos doce meses para mejorar lo que pudimos haber hecho bien, y enmendar los errores cometidos, pedir perdón a los que ofendimos, y más que todo, no condenar para no tener que perdonar, como decía Anthony de Melo ante una pregunta de un discípulo:

«¿Qué he de hacer para perdonar a otros? Si no condenaras a nadie, Nunca tendrías necesidad de perdonar», contestó el maestro.

Aprender que la solidaridad y la sinceridad deben ser los estandartes para lograr los objetivos que nos delineemos, usarlas como arma para ganar amigos, para hacer el bien, para triunfar y el silencio, en cambio, debe ser nuestro aliado en los momentos que las palabras sobran, no sean necesarias, vale más un silencio incomprensible a una palabra que exprese distorsionadamente nuestro parecer, cuenta de Melo lo siguiente:
«Los discípulos estaban enzarzados en una discusión sobre la sentencia de Lao Tse:
Los que saben no hablan; Los que hablan no saben.

Cuando el Maestro entró donde aquellos estaban, le preguntaron cuál era el significado exacto de aquellas palabras. El Maestro les dijo: ¿Quién de vosotros conoce la fragancia de la rosa? Todos la conocían. Entonces les dijo: Expresadlo con palabras. Y todos guardaron silencio».
Y en otro relato de Melo nos dice:
«Un día preguntó el Maestro: En vuestra opinión, ¿cuál es la pregunta religiosa más importante?
A modo de respuesta, escuchó muchas preguntas:
¿Existe Dios?, ¿Quién es Dios?, ¿Cuál es el camino hacia Dios?,
¿Hay vida después de la muerte?
No; dijo el Maestro, la pregunta más importante es: ¿Quién soy yo?
Los discípulos se hicieron alguna idea de lo que el Maestro quería insinuar cuando, le oyeron hablar con un predicador.
Maestro: Así pues, según tú, cuando hayas muerto tu alma estará en el cielo, ¿no es así?
Predicador: Si, así es.
Maestro: ¿Y tu cuerpo estará en la tumba…?
Predicador: Exactamente.
Maestro: ¿Y dónde, si me permites la pregunta, estarás tú?»
La felicidad depende de usted, si usted elige ser feliz, de seguro lo lograrás, que tengan un buen año.
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