Lo de HOY
Por: Pascual Ortíz
Cuando una “sociedad” considera como “héroe” a una persona por quitarle la vida a otra. Esta a la deriva. ¿Qué pasa? Los linchamientos son de ladronzuelos, no le sucede lo mismo a los ladrones de cuello blanco (políticos-narcotraficante, dueño de banco, empresario), la ley se debe aplicar a todo por igual.
La vida está por encima de cualquier pretexto. Es necesario poner todas las cartas en la mesa. Porque hay sectores, que han vivido de la violencia y la corrupción. El orden, es el desorden. Su ley, es la ley. La verdad, es su verdad. Lo justo es lo que ellos imponen. Estos sectores, han tomado la cultura por los cuernos; narcotráfico, carnavalesco, politiqueros, religioso y mafioso sin límite ético y moral.
Hay que educar al hombre para que respete las leyes. Sin leyes no hay sociedad humana, y las leyes solo tienen valor si cada persona las acepta y las respeta y las hace respetar. (Juan Bosch)
Sin embargo, debemos de abordar el tema de la violencia y la corrupción. Desde un contexto más amplio. Porque cuando el ser humano tenga un trabajo digno, una ley sin rostro, una educación de emprendedores, unos bienes terrenales bien distribuido, reconocimiento de lo bien hecho, no de lo que bien se paga, menos bancas de apuestas, menos bancos amparado para robar, tendremos una sociedad menos violenta y controlada la corrupción.
Y me atrevo afirmar, que cuando la familia cambie, serán vencidos todos los males, la gran batalla habrá llegado a su fin. Porque, “todos los seres humanos tienen derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, y a no ser discriminados por sus ideas políticas o religiosas o por su nacionalidad. Y tienen el deber de respetar las costumbres, ideas y creencias de los demás. (Convención de los Derechos de la Niñez, CDN, Art. 14)
Es paradójico pero una verdad irrefutable, que la corrupción y la violencia es una actitud que llevamos dentro, porque desde niños/as nos enseñan a mentir, a engañar, a dejar que cosas que no son nuestra lleguen a la casa y sean usadas. Y a no quedarnos con una llamada de atención de nadie, mucho menos con un golpe de nadie. Que las cosas se resuelven; mintiendo o con la violencia
Es la familia el primer escalón para que desde pequeño los niños/as, sean educado para que no se vea, uno por encima del otro/a. No importa el costo, la educación de los hijos/as has de hacerse, bien. Sin corrupción, ni violencia. Porque ese niño/a será el político que mañana va a dirigir los destino del país, negocio, empresa, las leyes, policía, maestro, agricultor, comunicador, médico, mecánico, madre y padre de familia. Y lo que el aprende en la casa, en la socialización cotidiana fuera del hogar; es lo que él será mañana.
El tejido social es integrado por ese individuo, que deja de ser el, porque él es parte del nosotros/as. Entonces, no hay corrupto independiente, ni violento solitario, están siempre relacionado con el otro/a, que por vivencia y conveniencia es parte del conjunto de la sociedad; corrupta y violenta.
No es ciudadano el que ignora cuáles son sus deberes y cuáles son sus derechos… No puede haber paz donde no hay conciencia cívica y no hay conciencia cívica donde no hay cultura. (Juan Bosch)
Engañar, dañar, robar, mentir, acusar, siempre es una acción que se les atribuye al otro/a, a los otros/as. Son los políticos que les roban al país, son los empresarios que les roban a las gentes, son los usureros de bancas de apuestas que engañan a los jugadores, son los negociantes que manipulan las balanzas para aumentar el pesos de los productos, son los bancos y cooperativas las que falsifican juntos con sus abogados los documentos. Esos son los ciudadanos y ciudadanas de un país, que hacen eso. Padres y madres de familia.
La violencia y la corrupción de ese niño/a la adquiere en la escuela, en la calle; no en la casa. El ladrón está bien asesinado por “héroe general”. Ese es un atracador, un inadaptado social. Un vulgar delincuente y violento ladrón. Pero que sin embargo, es hijos de padres y madres, hombres y mujeres de nuestros sectores.
Son siempre ellos/as, los corruptos y violentos; yo, tú no.
No es difícil reconocer que la sociedad está enferma por la corrupción y la violencia. Lo difícil es reconocer, que somos parte de ella. Que enfrentarla comienza con ser honesto y reconocer nuestra participación en la misma. Claro, sabemos que los niveles son diferentes. Quienes tienen un puesto de mando, cuenta con que sus acciones corruptas y violentas, les generara un mayor beneficios y quienes tienen menos manejos se llevaran menos. Entonces, ¿cuál de los dos es más corruptos, o más violentos? ¿El que roba menos o más, el más violento, o menos violento; o los dos?
Toda la humanidad es una familia unida e indivisible, y cada uno de nosotros es responsable por los malos actos de todos los demás. Yo no puedo separarme del alma mas malvada. (Gandhi)
La medida de la corrupción y la violencia, no es la cantidad de golpe o lo mucho o poco robado, sino la acción misma.
Se nos ha vendido que el que tiene poder político se corrompe y se hace más violentos, pero quien se corrompe manejando lo mucho es porque, cuando maneja poco también hace lo mismo. Claro está el que tiene capacidad de manipular la justicia, hará más daño que él no puede. Que el que puede cambiar un documento, su acción les permitirá por todo los medios y violento mejor; adjudicarse lo que quiera.
Reconocer que la corrupción y la violencia, es necesario enfrentarla, es eminente, pero comencemos por nosotros mismo. En nuestra casa, no le robemos a los hijos/as, a la esposa lo que es de todos/as, en la familia. No maltratemos con golpe a los hijos/as, ni los esposos resuelvan la diferencia a golpes, que eso es violencia.
El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad. (Albert Einstein)
No engañemos a nadie por humilde o desamparado que sea. No despilfarremos el tiempo perdiéndolo y cobrando igual como si cumplimos el compromiso asumido. Sinceremos nuestras capacidades. Si el trabajo realizado cuesta un determinado monto, cobremos lo que cuesta ese trabajo y paguemos lo que se gana ese trabajador/a.
Para mitigar la corrupción: si soy médico debo ver en el paciente, un ser humano, no una oportunidad para negociar con su salud. Si soy un profesor, cumplir con el currículo y ver en los alumnos/as una oportunidad para construir conocimiento. Que si soy un comerciante, debo ser justo en los precios, en las balanzas, en la calidad del producto que ofrezco. Que si soy abogado hacerlo con ética profesional. Que si soy Juez, hacer cumplir la ley a todos/as. Que si soy un productor de una materia prima ya sea para la construcción o consumo humano. Este por encima de todo beneficio, la calidad que debe tener el producto. Que si soy un político que aspira a un puesto o ser elegido, al ser electo o asignado, sea la gran oportunidad para servirle al país, no para servirse del país.
No hay que mirar las profesiones únicamente como medios para ganar dinero e instalarse política o socialmente. Hay que buscar el servicio a la humanidad, el mejor rendimiento de mi vida no para ganar, sino para servir. (Monseñor Romero)
En definitiva, que en el área que usted se desempeñe, lo haga como debe ser. Que todo cuanto haga, la medida sea la dignidad del ser humano; sin violencia, sin corrupción.
Pongo el tema de la violencia y la corrupción a la discusión, desde la perspectiva familiar. Y en todo los espacio o actividad de la vida. Desde donde es posible general un frente efectivo en contra de la violencia y la corrupción que vive el país.
Todos/as somos parte de lo bueno y malo que vive la sociedad. Pero, parece que la corrupción y la violencia están ganando la batalla. Y si somos todos parte de ellos, entonces está en nuestras manos que lo bueno valores les ganen a los malos…
Estamos frente a un proceso electoral, no creo que el destino del país depende solo de los actores políticos partidarios, depende de las fuerzas sociales y aún más, creo que depende de la familia.
¿El tiempo para general los cambios, depende de una campaña electoral? ¿Depende de quienes dirigen el país? ¿Y quienes dirigen el país?
¿Los cambios se realizan por la fuerza de un gobierno? ¿Un país es gobernado por quien ejerce la presidencia, controla el poder legislativo, legal o la sociedad se debe empoderar de los cambios que esta necesita?
La Nación está obligada a conservar y proteger por medio de leyes sabias y justas la libertad personal, civil e individual, así como la propiedad y demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen. (Duarte)
Amigo pascual, nosotros como sociedsd somos los primeros sinvergüenzas y delincuente , aquí en delincuente comun esta mas protejudo ,que las personas decentes y de bueno principio ,yo estoy de acuerdo que no se le puede quitar la vida a nadie .el ge