Por: Marcelo Peralta
SANTIAGO, R.D. Militares fueron a Irak demandan pago de 35 mil dólares cada uno. Los soldados dominicanos que fueron enviados en enero de 2004 por el gobierno del Presidente Hipólito Mejía a cumplir misiones de guerra en el campo de batalla en Irak, aguardan por el cumplimiento de las promesas que recibieron de las autoridades para poder marchar a esa nación aún en conflictos bélicos internos.
El cabo paracaidista Fuerza Aérea Dominicana (FAD), Fride Genao, dijo que fueron 603 soldados dominicanos, «quienes fuimos enviados a la guerra de Irak con la misión supuesta de reconstruir ese país, pero luego comprendimos que se nos engañó, porque nos incorporaron a cumplir misiones de guerra».
Genao reveló que permanecieron en Irak por espacio de tres meses y once días, incluso fueron divididos en dos grupos, siendo integrado ambos batallones por 302 soldados dominicanos, incluso «formamos parte de
Afirmó que en Irak estuvieron al mando del coronel del Ejército Nacional, Pedro Pablo Hurtado Cabreja, quien se convirtió en «nuestro comandante durante la misión Fuerza de Tarea Quisqueya Dos».
Mientras, que el también coronel del Ejército Nacional, Camacho Ubiera, comando el grupo de la «Fuera de Tarea Quisqueya Uno».
El cabo Genao recordó que estuvieron 23 días en combate en la zona de Diwaniyak, al sur de Bagdad, capital de Irak, siendo atacados en muchas ocasiones por las fuerzas enemigas con morteros RPG, con ametralladoras AK-47, pero gracias a Dios que no recibieron ninguna baja de soldado dominicano.
Sostuvo que cuando fueron reclutados por el gobierno de Mejía para partir hacia ese país, «se nos prometió que nos facilitarían las visas norteamericanas, apartamentos, suministro de comida por toda una vida y la suma de 75 mil dólares, pero luego comprendimos que nos engañaron como tontos útiles».
Observó que cuando fueron regresados de Irak «nos trajeron de noche por el Aeropuerto Las América en Santo Domingo, para que los periodistas no nos hicieran preguntas».
Sostuvo que posteriormente el Presidente Mejía, acompañado del entonces secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general José Miguel Soto Jiménez, «nos recibió en el Palacio Nacional, pero que en ningún momento se habló de la cantidad de dólares que nos obsequiarían y de las otras promesas que nos hicieron como soldados dominicanos que peleamos en Irak».
Inluso, «nos dieron seis días libres para que estuviésemos junto a nuestra familias, pero que luego de concluir este período de vacaciones, nos soltaron como perros sin recibir ningún mérito, para que cumpliéramos con los servicios rutinarios como cualquier otro soldado, limpia botas».
Recordó que meses más tarde el Presidente Leonel Fernández reasumió la magistratura de la nación dominicana, disponiendo de inmediato que «nos entregarán la suma de RD$35,000.00, incluso prometieron que nos pagarían todo
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