La sentencia del Tribunal Constitucional168-13. Odio del hermano en contra del otro hermano…‏

2
235

Lo de hoy

Por Pascual Ortíz
El tema de la sentencia del Tribunal Constitucional, 168-13. Ha dado alas para que muchos/as personas desnudaran sus verdadero rostro. Donde los patrioteros, y sus jueces. Condenan a todos/as los que se oponen al látigo injusto e inmoral, de esta sentencia. Ha hecho evidente además, el dolor que sufren muchos cristianos/as en la iglesia Católica, que aman y que a través de ella han conocido el Dios que ama y perdona.

La migración, es un tema neurálgico en la historia de la humanidad. Desde que el hombre inicia su desconocimiento del hermano. Da comienzo al sufrimiento eterno, cotidiano, he históricamente deshumanizante, de la humanidad. Convirtiendo al hombre, en un extranjero en su propia tierra. En prófugo en el mundo, que Dios nos puso a administrar. Sin frontera, sin muerte, sin esclavos, sin amos…

 

La historia recoge este tema; de quienes se mueven en busca de mejor vida, en todas sus líneas. La discriminación ha sido el mejor aliado de los opresores. Ha estado prohibido moverse libremente. Solo es válido si ellos los mueven como esclavos. Para que produzcan los bienes que quieren, los capitalistas y sus aliados/as.

 

Quienes hicieron de la fe cristiana, su escudo para justificar lo injustificable, por el mismo evangelio. La expresión más injusta, es la pena de muerte lenta, del hermano en contra del otro hermano.

 

Los amos, señalan las divisiones territoriales. Donde quienes más poder tienen se adueñan de las tierras y de lo que ella produce, por las manos destrozada de los hombres y mujeres del campo. Y como son ellos, los elegidos/as por dios. Son los que decide quien o quienes tienen la razón.

 

Y pasa el tiempo y poco que ha avanzado el mundo en este tema, de los derechos de todos los ciudadanos/as, que habitan la tierra. Se crean normas y principios que buscan devolverle el derecho al ser humano. Y están ahí, esas normas legales. Pero, no sirven para nada. Porque quien tiene poder, impone su criterio. Y hagan lo que hagan los pobres siguen siendo basura, objeto de manos baratas, residuo del capitalismo. Hombres y mujeres sin alma y solo bueno para trabajar, para ellos/as, los amos. Productores, sin derecho a consumir lo que producen. Inmigrantes, esclavos, sin pan, sin paz, sin destino, sin rostros. Pero con una fe en el Dios de Jesús, que no han podido doblegar.

 

La diferencia entre creyente en Jesús, en la Iglesia católica ha existido siempre. Así entre opresores/as y oprimidos/as. El costo de esta diferencia ha significado la horca, la muerte inmisericorde, de quienes han tenido la osadía de expresar su diferencia con quienes mandan. Y tienen el poder económico, militar, social, legal, cultural y religioso.

 

La iglesia de hoy es la iglesia de ayer, santa y pecadora. Integrado por seres humano. Marcado por esos valores de los opresores. Además, por las gracias del evangelio de Dios. Ensenado y anunciado por el moreno, Jesús de Nazaret. Por ellos vemos como un cardenal se expresa de un sacerdote, (P. Mario Serrano) como un vulgar delincuente. Cuyo pecado es vivir el evangelio de Jesús. En otro tiempo, (El P. Serrano) habría sido ahorcado, decapitado, condenado a la hoguera o excomulgado.

 

Pero, que plantea el Papa Francisco en la encíclica Evangelii gaudium (La alegría del Evangelio) «Más que el temor de desviarnos, mi esperanza es que nos motive el temor de permanecer encerrados dentro de estructuras que nos dan un sentido falso de seguridad, dentro de reglas que nos hacen jueces severos, dentro de hábitos que nos hacen sentir seguros, mientras a nuestras puertas la gente se está muriendo de hambre y Jesús no se cansa de decirnos ‘Denles algo que comer»’.

 

Esta sentencia del Tribunal Constitucional, es la medida de los que tienen el poder. Que en tiempo del Imperio Romano, asesinan a Jesús. El hijo de Dios encarnado. Y miles de seres humanos han seguido ese mismo destino, la muerte, el destierro. La condena terrenal eterna.

 

En ese aspecto nos indica el santo padre Francisco; «prefiero una Iglesia golpeada, lastimada y sucia porque ha estado en las calles que una Iglesia insalubre por haberse confinado y aferrado a su propia seguridad. No quiero una Iglesia preocupada por permanecer en el centro y después terminar atrapada en una red de obsesiones y procedimientos».

La cercanía de Dios ha estado siempre al lado de los más pobres. Dios desde siempre ha manifestado su amor por toda la humanidad. En tal sentido se hace comprensible el costo de la fidelidad a Jesús.

 

En Jesús se hizo evidente el amor más puro de un padre-madre por sus hijos/as.

 

Gracias padre por perdonarnos, por reconciliarnos con nuestros hermanos/as…

 

Ayúdanos a encontrar el sentido de la vida, a vivir en nuestra iglesia católica, la fidelidad de tu evangelio. Seguimos siendo frágiles criaturas. Que quieren cambiar, que quieren ser ejemplo de tu amor, en tu iglesia y en el mundo de hoy.

2 COMENTARIOS

  1. En todas parte del mundo cada país tienes sus formas de aplicar en los que la inmigración en todos sus derechos , defendamos nuestra patria.

  2. ESa sentencia ratifica nuestra soberania. Hermano Pascual aqui no hay racismo ni odio contra nadie las leyes son bien claras.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí