Por: Olga Lidia Báez Sánchez. Educadora Reside en Santiago Rodríguez.
Para hablase de ética en la familia es bueno tener claro ambos conceptos; entendiéndose por ética la disciplina que estudia las costumbres y normas por las que se rigen la conducta humana; por otro lado la familia como el conjunto de personas dependiente de una pareja, que deciden unirse y compartir un proyecto de vida común.
Es recomendable que para referirse a la ética en la familia se tome como parámetro la axiología; dado a que es la ciencia que estudia y analiza los valores, siendo estos fundamentales en este pequeño análisis sobre la existencia de la ética en las familias de ayer y las de hoy y los factores que han influido en su deterioro.
Teniendo claro estos tres conceptos, podremos iniciar con una explicación de los factores que a nuestro juicio han influido en el debilitamiento de los vínculos familiares en los últimos años y cuáles de los mismo permanecieron en las familias de nuestros antepasados.
Es bien sabido que lo ético para una familia, puede que para otras no sean, depende mucho de la creencia y cultura que las mismas tengan.
En los tiempos antiguos un aspecto importante lo constituía la permanencia de los padres en la casa, específicamente la madre, lo que garantizaba la existencia de un solo estilo de crianza; casi siempre autoritario, pero que obligaba al hijo a respetar las normas y al padre a tener un control absoluto de las acciones y comportamientos de los hijos.
Se observaba la fuerte cohesión en los vínculos familiares, específicamente en el respeto, la responsabilidad, reglas claras y las socializaciones que eran un punto fuerte en ellas. Los padres no delegaban la crianza y educación de sus hijos a un segundo, lo que contribuía a una buena formación integral. Especialmente el respeto del hijo al padre, era un factor elemental en una familia ejemplar.
Se criaba bajo la vigilancia de todas las personas que vivían en el sector, esto favorecía que lo no visto por el padre o la madre fuese informado a los mismos para hacerse las correcciones de lugar.
Se delegaban tareas que fomentaban la colaboración y garantizaban el trabajo y esfuerzo propio para suplir parte de sus necesidades, con esto se lograban mayor cuidado y valoración de lo adquirido.
Se trabajaban los valores compartir y la colectividad, con esto se reducía el ego y el individualismo, lo que había en la casa era de las personas que allí residían.
Es propicia la ocasión para hacerse dos preguntas:
¿Qué ha cambiado en las familias de hoy?
¿Cuáles aspectos han originado estos cambios?
Respondiendo a estas dos interrogantes, podemos decir que el concepto de familia se ha modificado, hasta el punto de no tener claro su significado. Dentro de los cambios que se pueden notar está la falta de respeto del hijo al padre, el hijo se cree más que el padre, es decir, se han vertido los papeles.
La crianza de los hijos se les ha delegado a un segundo (maestros, institutriz, abuelos, tíos, padre o madre sola), en otros casos a ninguno de los anteriores, dejando que los hijos queden a su suerte, lo que trae como consecuencia que no se hable el mismo lenguaje al momento de corregir y establecer reglas, generando confusión en los niños.
Se ha fomentado el individualismo, donde cada persona piensa en sí mismo y se olvidan de los que depende de ellos y del derecho que a los mismos les concierne.
Confusiones en las consecuencias psicológicas al momento de corregir, ahora se cría con miedo, usando el permisismo en lugar de la democracia. Ahí entran las normas disciplinarias muy flojas y el fomento de la sobre protección.
Reducción de la vigilancia por parte de los padres y alejamiento de los vecinos, muchas veces por miedo a las posibles reacciones de los padres y de los propios niño.
Uso descontrolado de la tecnología, exceso de trabajo, reduciendo el diálogo y el empleo de tiempo de calidad hacia su familia, muchas veces por la mala administración del tiempo. Sustituir el amor, el tiempo de calidad y la atención por regalos, queriendo suplir el vacío existencial que como padres provocamos, causando esto conductas manifestadas de diferentes formas casi siempre negativas.
Dificultades en las relaciones interpersonales en los cónyuge, lo que originan divorcios constantes, teniendo los hijos que verse vinculados en conflictos emocionales y perder el concepto fundamental de familia.
Se ha dejado a Dios en un segundo plano, en donde se entiende que somos los dueños del mundo y que podemos hacer lo que queramos, porque nadie nos debe juzgar. Influencia de otras culturas, adoptando costumbres de otros países.
Es bueno destacar que no todo era bueno en las familias de ayer, pero respecto a los valores familiares eran mejores; de igual manera en las de hoy no todo es malo, pero si se debe realizar una gran revisión en cada familia para ver cuales vínculos se deben fortalecer.
Muy buen articulo sobre la etica y la familia de ayer y hoy , muchas felicidades a la escritora y realmente es un llamado a revisarnos como familia y la crianza que estamos dando a nuestros hijos.
Muchísimas gracias Francia, debemos aunar esfuerzos para que nuestra sociedad cambie y las familias como ente principal del desarrollo integral, debe dar lugar a esa formación en valores que tanto se necesitamos. Unidos somos más.
La familia de antano ensenaba valores y respeto a los hijos. Cuando pienso en el Sabaneta de ayer: no recuerdo a ningun joven que fuera sometido a la justicia por fechorias. Los jovenes podian tener problemas politicos, pero nunca se dedicaron a fu