¡Si, porque lo dice el calendario!
POR: PASCUAL ORTÍZ – Comunicador. Reside en Santiago Rodríguez.
Entonces, amar, ser feliz, perdonarse, encontrarse de nuevo, volver y saberse amado y amada.
¿Se debe expresar por qué lo dice el calendario?
El mundo, las sociedades se han construido un modelo de vida, sin vida, de mandato y cumplimiento de esos mandatos.
Las fechas y sus inventos festivos y sus recuerdos de algunos hechos importante y no importantes. Se ven controlado legalmente, culturalmente, inducido mediáticamente. Y llevado a su máxima expresión por el mercado. Que ha convertido cada acontecimiento en una oportunidad de vender y hacer de todo una mercancía o un bien para engordar el monstruo capitalista, mercantil e insatisfecho sistema de estructura destructora de lo humano y la naturaleza.
¡Todo está bien calculado!
Hablan los medios de comunicación de sus ofertas. Del buen tiempo de regalar a quien ama.
¡Por qué si no regala, no ama! No lo dicen así. Sino, el amor se manifiesta asi. Da un buen regalo y ella o el sabrá así, que tanto la ama.
¡De oferta, por amor!
Y miles de forma. Para que manifesté tu sentimiento comprando lo que ellos te dicen que compre…
Y así, vamos en todo.
Oferta de votos, por intereses.
Si me ama te amo.
Si me demuestra amor, es si regala.
Hoy es un buen día, si para amar, perdonarnos, reconciliarnos, poner solo los sentimientos en el valor de las cosas. No las cosas, como dador de valor al amor, al respeto, a la reconciliación, a la recuperación de la vida.
Cada día debe ser, la gran oportunidad para vivir y ser feliz.
¡No el calendario!
Si toma el control del destino, podrá ser feliz y ser feliz a los demás.
Sin dañar y sin dañarte.
Siembra amor y cosechará amor.
Siembra apego y te llenará de cosas.
Siembra un árbol y respirara aire puro…
Corta un árbol y el aire se contaminará…
Ama, sin mirar a quien.
Has el bien, sin mirar a quien.
La felicidad está en ti, no en las cosas que están para ser aprovechada, con respeto. No como una mercancía.
Cuando logremos volver a vivir sin apegarnos a las cosas, que la tierra nos da. Podremos ser felices y construiremos la voluntad del Reino. Volveremos a vivir en el paraíso terrenal, lugar del reino de la vida…
No nos engañemos, no nos dejemos engañar. Aquí es donde se sabe quién eres y dónde se vive la plenitud o el infierno de la vida. Que Dios quiere, sea hermandad, libertad liberadora producción de bienes sostenible y en armonía con la tierra.
Los demás, es la trampa del sueño enfermizo del consumo y el descartar lo que para el mercado ya no tiene valor.
Esto no es nuevo. Será, siempre necesario recordarlo, de nuevo.
Es la lucha del bien y el mal.
Que se vive, que vive todo ser humano. De manera consciente o inconsciente.
¡Así que despierta!
¿Sabes quién eres?
¿Qué quieres?
¿Por qué y para que está vivo, viva?
Te invito, a hacer una parada. Mira hacia atrás lo vivido. Mira el presente que vive. ¿Que ve en el futuro?
Ahora te toca, tomar el timón de la vida, que ha recibido.
¿Quién te ha dado la vida?
¿Para qué la ha recibido?
¡No tenga miedo!
¡Es hora de ser feliz!
Se libre y responde al dador de la vida, Dios.
Todo los demás, será cosecha y vida plena. Aquí en la tierra, lugar del Reino de Dios.
¡Bendiciones!
¡Amén!
