Por el Profesor Domingo Estévez
New York. -Comprendo perfectamente que todo lo que existe esta expuesto a variaciones en el tiempo, que las cosas materiales, así como el comportamiento humano, cambian. La vida no es estática.
Los cambios, sin embargo, deben hacerse acompañar de la debida prudencia y equilibrio si se desea mantenerse en consonancia con el punto original, porque de lo contrario, se pierde la esencia.
El nacimiento del Partido Revolucionario Dominicano es un asunto de honor y de principio, con una fuerte base de sustentación en la defensa a la democracia y al libre pensamiento.
Fue realmente un acto de patriotismo, sin otro interés que el de abrir camino hacia el respeto entre todos los Dominicanos, valor intrínseco que había conculcado la dictadura trujillista.
El PRD no es por lo tanto propiedad de nadie en particular sino más bien un sentimiento del pueblo Dominicano.
A través de mi dilatada militancia perredeísta desde mi adolescencia creo haber practicado consideración a mis compañeros de partido, sin importar coincidencia interna o no por alguna que otras aspiraciones. Nunca, que recuerde, he usado un medio de comunicación para dilucidar aspectos contradictorios por intereses particulares.
Los llamados líderes del PRD arriba deben sin dilación rectificar su comportamiento y practicar el amor reciproco como nos enseño José Francisco Peña Gómez.
Es hora ya de no continuar dañando a este invaluable instrumento de la democracia.
Los compañeros Hipólito Mejía y Miguel Vargas tienen en sus hombros la responsabilidad mayor de dar el paso definitivo hacia el perdón dejando de lado los medios de comunicación y los tribunales. El orgullo personal cuando se extrema es peligroso porque afecta también a otros.
Yo, y cientos de miles somos del PRD de la solidaridad y el amor entre sus miembros .
Queremos seguir siendo del PRD identificado por amor con los compañeros cuando algo negativo le pasa a uno de sus militantes.
Soy de ese PRD que acude a dar la mano a un enfermo o un abrazo Solidario a la familia de un fallecido.
Mi posición de neutral la saben muy bien los compañeros de la comisión política de Sabaneta que viajamos en un autobús hace más o menos seis meses a ver al Compañero Papo Fernández a San Cristóbal, pues les leí un documento al respecto.
Quiero a Miguel y quiero a Hipólito, pero en este conflicto sin aparente razón no soy de ninguno de los dos.
Comprendo que corro el riesgo de la incomprensión por parte de los apasionados de ambos grupos, mas, no me importa. El PRD es más que dos o tres dirigentes o grupos en su entorno.
El PRD es la suma de todos en verdadero amor y respeto como predico y practico José Francisco.
Continuare en el PRD que no necesita árbitro extra partido para normar asuntos internos, sino discusiones respetuosas entre sus miembros.
De ese PRD soy, igual a la mayoría que sin dudas esta preocupada por acontecimientos actuales.
Saludamos los esfuerzos de unidad que hacen compañeros y personalidades del país.
Los perredeísta nos necesitamos todos.
Profesor Diogenes, no se preocupe, ni se rompa la cabeza que de cualquier PRD que usted sea, esta perdiendo su tiempo, pues ninguna de las facciones valen una mota.
Tienes razón el PRD fue un gran partido pero los buitres lo desintegraron, da mucha pena pensar que fue un partido que lucho por mantener la democracia dominicana y ahora lo que parese es un show de lucha libre …..