De las cosas que nunca nos dijeron en la escuela II

Por: Ricardo González Quiñones

«Pensar, es uno de los trabajos más difíciles, es por eso que muy pocas personas lo ejercen»
Henry Ford

EL CRIMEN EN LA HACIENDA MARIA

Apuraban las últimas semanas de ese otoño del 1961, los grandes héroes que habían acabado con 31 años de atropellos, crímenes, violaciones, dolor y angustia, arrancándole la cabeza al más criminal que ha parido esta porción de isla, aun estaban presos en Nigua, en la mal llamada Hacienda María.

Ramfis, junto a varios criminales más, llegaron a donde estaban nuestros muchachos y le arrancaron la vida, atados, como era costumbre de estos forajidos asesinar. Huáscar Tejada, Pedro Livio Cedeño, Salvador Estrella Sadhalá, Roberto Pastoriza, Manuel (Tunti) Cáceres y Modesto Díaz, fueron ejecutados el 18 de noviembre del 1961.

Si viviéramos en un país con más patriotismo, hoy, todas las escuelas, todas las oficinas e instituciones públicas y privadas, estuvieran con las banderas a medio asta, conmemorando el 52 aniversario de este horrendo crimen. Hoy, en todos los centros educativos de nivel inicial, medio, secundario y superior del país, se estarían haciendo paneles y rindiendo tributos a estos hombres ejemplares, héroes insuperables de nuestro país. A sabiendas amigos lectores, que gracias a ellos ustedes pueden leer estos artículos de opinión, porque de lo contrario estaríamos leyendo aquel «Caribe» que me contaba mi abuelo, y sus tribunas minadas de adefesios, mentiras y rencor.

Cuanto lamento que nunca en nuestras escuelas, en mis años de estudiante, ningún maestro nos habló de este triste episodio. Aun albergo la esperanza, de que un día no muy lejano, nuestras calles y avenidas de todo el territorio nacional, estarán orgullosas de tener sus nombres rotulados, en cada poste, en cada esquina y cada rincón de nuestra patria.

Hasta pronto, Dios querrá

Ricardo González Quiñones
Sabanetero.

Fotos: FE