POR: JUAN PABLO BOURDIERD – Periodista. Reside en Santiago Rodríguez.
Hoy, 4 de marzo, se conmemora el Día Mundial de la Obesidad, una fecha destinada a generar conciencia sobre el impacto de esta enfermedad y fomentar acciones para su prevención y tratamiento.
Un problema de salud global
La obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por una acumulación excesiva de grasa corporal, lo que incrementa el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y ciertos tipos de cáncer.
En América Latina y el Caribe, la situación es alarmante. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cerca del 60 % de la población adulta y el 33 % de los niños y adolescentes padecen sobrepeso u obesidad, cifras que siguen en aumento.
Factores que contribuyen a la obesidad
La obesidad es una condición multifactorial influenciada por diversos aspectos:
- Desequilibrio energético: Consumir más calorías de las que se queman favorece la acumulación de grasa.
- Factores genéticos: La predisposición hereditaria puede afectar el metabolismo y el almacenamiento de grasa.
- Alimentación inadecuada: Dietas ricas en grasas saturadas, azúcares y ultraprocesados contribuyen al aumento de peso.
- Sedentarismo: La falta de actividad física reduce el gasto calórico y facilita la obesidad.
- Factores hormonales y enfermedades: Condiciones como el hipotiroidismo o el síndrome de Cushing pueden provocar un aumento de peso.
- Aspectos psicológicos: El estrés, la ansiedad y la depresión pueden generar hábitos alimenticios poco saludables.
- Entorno social y económico: El acceso limitado a alimentos saludables y la falta de espacios para la actividad física incrementan el riesgo.
El panorama global
A nivel mundial, los países con los índices más altos de obesidad en adultos, según Wikipedia, son:
- Nauru (Micronesia) – 61 % de la población adulta
- Islas Cook (Polinesia) – 55.9 %
En estas pequeñas naciones insulares del Pacífico, el abandono de la alimentación tradicional y la dependencia de productos ultraprocesados han contribuido a estas cifras alarmantes.
Estrategias para combatir la obesidad
Superar la obesidad implica un enfoque integral que combine hábitos saludables, ejercicio y apoyo profesional. Algunas estrategias recomendadas incluyen:
- Alimentación equilibrada: Reducir azúcares y grasas saturadas, y optar por una dieta rica en frutas, verduras y proteínas saludables.
- Ejercicio físico: Combinar actividades aeróbicas con entrenamiento de resistencia para mejorar el metabolismo.
- Cambio de hábitos: Fijar metas realistas, mantener un registro de la alimentación y contar con el apoyo de especialistas.
- Salud mental y motivación: La obesidad no es solo una cuestión de peso, sino también de bienestar emocional y autoestima.
- Más allá de la balanza: una cuestión de bienestar
La obesidad no es solo un número en la báscula ni un tema estético; es un desafío de salud pública que afecta la calidad de vida de millones de personas. Juzgar a alguien por su peso sin conocer su historia es injusto. Detrás de cada caso hay factores biológicos, emocionales y sociales que deben ser comprendidos antes de ser criticados.
Superar la obesidad no es solo perder kilos, sino recuperar energía, confianza y bienestar. Es un proceso que requiere paciencia, cambios progresivos y, sobre todo, amor propio. Nadie debería enfrentar este reto solo; el apoyo familiar, social y profesional puede marcar la diferencia. Más que una lucha contra la balanza, es un acto de reconciliación con el cuerpo y la mente, un compromiso con una vida más plena y saludable.