Por Ricardo González Quiñones
Hoy, he querido «retratar», más como sabanetero que como arquitecto, lo que ha estado sucediendo frente a los ojos imberbes de nuestros ciudadanos sabaneteros, con nuestra orgullosa ciudad. Un verdadero desastre de la fisonomía urbana en los últimos 35 años.
Un crecimiento sin un plan regulador urbano, unas autoridades inmutables, políticas clientelistas, y la mayoría semi-ágrafas, han dado al traste con una de las ciudades más bonita y mejor trazada del Cibao y la Línea Noroeste.
Aquí está amables lectores lo que hemos recibido de nuestras «autoridades»:
• Oh! Sabaneta, Cuna de la Restauración donde los hombres fueron (pretérito perfecto del verbo ser, que ya no es) murallas y las mujeres, cañón.
• Y nació el Monumento a nuestros Héroes de la Restauración, y nos lo modificaron sin argumentos arquitectónicos.
• La Casa Consistorial, desvanecida como el amor furtivo, aplacada en distancia-tiempo.
• La Iglesia, otorgada a Ignacio de Loyola, modificada sin ningún criterio arquitectónico, antojo inane de algún cura de paso, con unas autoridades inicuas.
• La Gobernación Provincial, parida todos los años de una Policía abyectos, también transformada (La gobernación), sin criterios de Restauración de Monumentos.
• El Mercado Municipal, sufriendo una metamorfosis progresiva, con su némesis, la necesidad tiene cara de hereje, tan parecida a la paja en el ojo ajeno.
• El Palacio de Justicia y su gran T de la «era» aquella, con los que muchos aun sueñan.
• El tanque que pintó INAPA y lo hizo de su propiedad, un hito que lo transformaron en lo único que ellos saben hacer: NADA.
• El Parque Don Juan Rosado, «remodelado» con el criterio de un corral para criar gallinas o quizás borregos, aun le queda un recuerdo tangible, aquella piedra cortada a la mitad y traída desde la orilla del río Inaje en los años cincuenta.
Hay muchos más, amigos y amables lectores, luego se las contaré.
Hasta pronto, Dios querrá
Ricardo González Quiñones
Sabanetero
Completamente de acuerdo contigo, a lo que le sumo todos los negocios que sin planeación alguna desarrollan construcciones sin contar con parqueos, salvo escasas excepciones. Constituye un verdadero reto andar en vehículos en nuestra querida Sabanet
Arq. Gonzalez: A Ellos o no le le llegan los recursos, o desconocen los valores históricos de esos monumentos y mucho meno sabrán de un plan regulador. Debemos entender que los «políticos» le venden al pueblo en campaña un programa de gestión