Don Eligio González Blanco
Por: Ricardo González Quiñones
Con inmenso amor a mi Padre Don Eligio González Blanco (13 de enero del 1913 – 30 de noviembre del 2015).
Sé que debo estar orgulloso y conforme por demás, pero escribiendo o leyendo, es la única forma que conozco de mitigar mis penas y mis debilidades.
Hoy, en el novenario de mi Padre, le he escrito esta Elegía, buscando un espacio en la corriente, tratando de no apagar el reloj, de no perder la ruta de la fe y la esperanza.
Así te fuiste Papá: cabalgando solo, sobre las grupas del mutismo, sobrecargado por tu cordura, tu amor al prójimo y tus atinados consejos.
Así te fuiste Papá: remontando palmeras y esquivando golondrinas y alondras, en tu nave repleta de honradez, hasta tomar la curvatura que traza el azimut.
Así te fuiste Papá: lleno el corazón de amor y alegría, como lo hacías en aquel caballito blanco que ensillabas los domingos, para ir a Las Caobas a posar en los brazos de tu amada.
Así te fuiste Papá: en aquel tren movido por espumas, entre pompas de jabón, cargado de lecturas, entre libros y periódicos, con anécdotas, vivencias y un letrero sobre la puerta que rezaba “Misión Cumplida”.
Así te fuiste Papá: ¿para siempre?, sin remedios ni quimeras, sin la Patria redimida, serpenteando aquel prístino río Yaguajai, hoy seco, destruido, desorientado y deforestado.
Hasta pronto, Dios querrá
Ricardo González Quiñones
Sabanetero
Así te fuiste; dejándole a la sociedad un buen legado que perdurara para toda la vida
Así te fuiste; dejándole a esta sociedad un patrimonio familiar envidiable, honrado y servicial
Así te fuiste; dejando a tu familia unida y llena de amor
Amigo Ricardo, hoy no te doy el pésame por tu perdida , pues se que es muy triste perder un ser querido, pero en tu caso más que el pésame tengo que felicitarte, por haber tenido la dicha de compartir por tanto tiempo al lado de un hombre como lo fue