Por: Papo Fernández. Escritor Reside en Santo Domingo.
En estos días en que se revalida que todavía nuestro pueblo alberga transeúntes ciudadanos que exigen sus derechos, sin que necesariamente observen sus deberes, y que a la hora de votar no importa a cuál equipo electoral se dirijan, el diálogo fluido y deleitable termina en el acuerdo del valor económico apalabrado por el voto, es necesario que sigamos conociendo nuestros valores representados en seres humanos de carne y hueso, padres, hijos, amigos y hermanos, que se mantuvieron, estos sí lo hicieron de verdad, sin macularse a pesar del lodo que siempre ha existido en nuestra sociedad.
En esta ocasión quiero hablarles de un hombre servicial al extremo, sin poses, y con un accionar en nuestra sociedad sabanetera que debe ser enaltecido como el que más. Es dueño de una voz pausada y de una sonrisa que hospeda a la confianza y a la amistad verdadera; me refiero al señor Rolando Mercedes Beltrand Reyes, Rolandito.
Don Rolando emerge a este mundo un 18 de noviembre de 1935, es decir, a solo 5 años de la instalación de la más férrea dictadura de América, la de Trujillo, contando hoy día con 84 años y se mantiene al servicio del pueblo, no desde una institución que le produzca beneficios pecuniarios, no, sino, de una en la que el servicio es voluntario al entrar en ella: La Defensa Civil.
Durante sus primeros años este hombre se forja bajo la conducción de sus padres José Rolando Beltrand y Francisca Reyes, iniciando sus estudios primarios en la Escuela Julia Molina, pasando por los locales escolares de la casona que hoy está frente al Patio Restaurant y terminando el segundo de bachillerato en La Normal de Santiago.
Para los años de 1955 y venideros, se desempeña como secretario de la Intendencia de Educación, de la cual era Director don Bolívar Ferdinand, para luego pasar a trabajar con don Pedro Espinal, quien era en ese momento el Agente representante de La Sociedad Industrial Dominicana (SID), mejor conocida como La Manicera, la cual tenía sus oficinas donde funcionaba la Funeraria Las Mercedes de Alfredo Espinal y los almacenes ubicados en lo que hoy es el Hotel Metropolitano.
En esos años, entre 1956 y 1959, nace su primer hijo, José Rolando, y sus 2 primeras hijas, Carmen Rosa y Dulce Arelis, procreados con la señora Mercedes García.
Para los años de finales de la dictadura de Trujillo e inicios de la llegada del PRD al país, nacen sus hijos Guillermo (Guille Beltrand) y Rolando Antonio (Kuki Beltrand), ambos hijos de la señora Olga Leclerc y los cuales realizaron un trabajo que terminó dejándole el apodo por el que casi toda la región los conoce, Guille Brugal y Kuki Brugal.
En esa época de la apertura a la democracia, don Rolando es insertado al PRD a través del dirigente de la juventud de ese Partido, Federico Thomas, Fedé, aprestos llevados a cabo en la casa de Manolo Tavares y doña Lila, esa misma que luego fue la sede de la Cámara de Comercio que dirigió don Nenito Bourdierd y que luego sería la casa de don José Castellanos; de ahí, que don Rolando se convierte en el candidato a Síndico, ganando las elecciones del 20 de diciembre de 1962 y juramentándose el 27 de febrero de 1963.
Para el golpe de Estado que se produce aquel fatídico 25 de septiembre del mismo año, don Rolando se encontraba realizando un Congreso en misión del Ayuntamiento de Santiago Rodríguez, en la ciudad de Los Ángeles, del estado California en los Estados Unidos, del cual regresa y es cuando le entrega las riendas del Ayuntamiento a Juan Rafael Peralta Pérez.
En el año 1964, inicia sus primeros pasos en la crianza de ganado, y a la vez es nombrado bajo la Dirección del Dr. Atahualpa López, como Administrador del Hospital, función de la cual es cancelado en 1966 y como don Rolando había estudiado por correspondencia nada más y nada menos que en la Universidad Nacional de Argentina, la carrera de Técnico Agrícola (agrónomo), decide irse a La Vega en 1967, a trabajar con el señor Moisés Mena en su empresa de siembra de Oleaginosas (Ajonjolí y Girasol), en la cual se mantuvo viajando todas las semanas y pasando entonces a ser Agrónomo de Industrias Lavador en Cabrera, Nagua, y así, por su extraordinaria labor, honestidad y responsabilidad mostradas, logra ser escogido para ser el Encargado de las instalaciones de dicha empresa en nuestro pueblo, la cual inicia a principios de los años 70’s, cuyas oficinas se ubicaron en la casa que hoy está detrás del Estadio de Beisbol Armando Sosa Leyva.
Su prole sigue aumentando en número, cuando le nacen sus hijas Giselandia, Yovanka, Iris y su hijo menor Rafael Rolando, con la señora Gisela Acosta.
Don Rolando Beltrán, ya está incursionando de nuevo en la política y para 1978 es electo suplente de síndico de Claudio Rafael Placencio, gestión que le corresponde terminar en sus últimos 11 meses, por quedar el Síndico Placencio “Sub judice” en caso político contraído con el entonces regidor Antonio Uceta.
Estando en las funciones de Síndico, que las ejercía al mismo tiempo que era Administrador del Centro Comercial Sabaneta, empresa fundada por Nenito Bourdierd, Quique Pérez y él mismo entre otros, entonces el Partido Reformista decide presentarlo como su candidato para las elecciones de 1982, las cuales termina ganando por estrecho margen (menos de 30 votos) a Domingo Antonio Fernández, Bambarito, del PRD, y en el 1986 es reelecto, esta vez enfrentándose al Prof. Domingo Estévez.
Cuando en 1990 entrega el Ayuntamiento al señor Rafael Canalda, don Rolando se concentra más en su ganadería y en su función de Representante de Seguros Pepín, de quien hoy, 45 años después de iniciado ese contrato, aún lo mantiene vigente.
Pero poco duró sin funciones políticas, ya que el Dr. Balaguer lo llama en 1992, para nombrarlo Gobernador de la provincia en sustitución del señor Blas Tejada, que la desempeñaba desde 1990. Como gobernador estuvo hasta el último día en que Balaguer fue Presidente de la República Dominicana al pasarle las oficinas a su amigo, don Dioscórides Espinal, Cuco, en 1996, quien venía de ejercer las funciones de Senador de 1990-1994.
Hoy, después de salir de la gobernación e ingresar como voluntario a la Defensa Civil, ¡Cuánta grandeza puede emanar de un ser humano que realice tal paso! Es su Director desde 2006, donde siempre lo encontramos en su uniforme “mamey”, orange o naranja, como usted quiera, al servicio de su comunidad y de esta sociedad sabanetera que debe erguir su pecho al paso de don Rolando Mercedes Beltrand Reyes, a quien podrán ver un poquito desgarbado por el arrastre de casi 85 años de trabajo permanente, llegando a la casa que habita por más de 45 años junto a su compañera, doña Elba Gonell, pero jamás, nunca lo verán, sin esa sonrisa afable que invita a un saludo de amistad y solidaridad.
¡Loor! A todos los hombres de esta estirpe, ejemplo para sus generaciones, la nuestra, la presente y futura.
Un ¡HURRA…HURRA…HURRA!
Para don Rolandito.
Gracias…
