Navegando contracorriente

Por Ricardo González Quiñones
Empecemos en la ciudad:
Somos «La Cuna de la Restauración«, sin embargo no tenemos una calle llamada Restauración.
Las razones, le cambiaron el nombre sin autorización del verdadero soberano: EL PUEBLO.

Tenemos los bustos de Juan Pablo Duarte y Santiago Rodríguez Massagó en la calle peatonal Gastón F. Deligne, sin embargo, ninguno de los dos están rotulados, al contrario, de noche están llenos de desperdicios de comidas, bebidas, vasos, botellas, cucarachas y ratones.

 

Estamos creciendo como ciudad, muchos sectores nuevos, urbanizaciones. Sin embargo, ninguno de ellos le ha otorgado a la ciudad la cuota de Área Verde que manda la ley en estos tipos de proyectos que abarca del 8 al 15% de la totalidad del terreno, y de ese porcentaje un 25% estará destinada a canchas deportivas, y que todas estas áreas, sirvan de pulmón a nuestra creciente Sabaneta.

 

Tenemos las calles Pedro Thomas y José Marte, en honor a dos de nuestros grandes héroes de la Restauración de la República, el primero fusilado en Santiago y el segundo muerto en combate en la Plaza de Sabaneta, hoy parque Don Juan Rosado, sin embargo, ninguna de esas dos calles tienen una tarja con sus biografías, y un asta para enarbolar nuestra enseña tricolor los 16 de agosto de cada año.

 

Tenemos un Mercado Municipal, en el que se realizan «Las Ferias» todos los sábados, desde hace más de 80 años, sin embargo, los venduteros te presentan sus artículos en el suelo, exponiéndolos a cualquier contaminación, pudiendo hacerse mesas tipo cajones, que no solamente se levanten del suelo, sino que se podrían en orden para permitir el flujo organizado de las personas que compramos en dicha feria.

 

Tenemos El Centro de la Ciudad y alrededor de 18 sectores en Sabaneta, sin embargo, las calles de esos sectores no están rotuladas. Adrede?, descuido?, poca importancia?. Quizás sus hijos no le pregunten a ustedes como se llama tal calle, quizás no le de vergüenza decirles que no lo saben, pero a otros si nos llena de vergüenza no saber explicarles por qué no tienen nombres esas calles.

 

Tenemos una ciudad llena de comercios, comida rápida, negocios, almacenes y colmadones, pero sin un estacionamiento para los clientes, las calles están tupidas de carros, camionetas, motores y pasolas que algunos andan en una sola rueda. Sin embargo, no hay esperanzas de que vengan las autoridades de la AMET a poner el orden en el tránsito vehicular sabanetero. No lo traen, porque eso le haría mucho daño en los próximos comicios.
En otra entrega navegaré más, en contracorriente.
Hasta pronto, Dios querrá

 

Ricardo González Quiñones
Sabanetero