Vivencias que dejan moralejas.
Por: Dilmarys Cuello.
Yury Buenaventura, artista colombiano, que me encontré al ver una serie de Nexflix en la TV. Simplemente me fascinó. En una entrevista que le hicieran para la televisión le mencionaron esta frase: “Por qué dijiste…. Mi tambor no tiene precio” y él lo explicó como me esperaba: “para los músicos sus instrumentos son la vida, si vendes tu tambor ¿Con qué te quedas? Lo mismo pasa con muchas cosas en la vida, que sencillamente no se venden” …
Hola, grato placer encontrarnos nueva vez. Saben qué pienso igual que Yury, hay cosas en esta vida que no se venden, no tienen precio. Me llama mucho la atención el título de esta vivencia pues en los actuales momentos la vida se muestra: fácil, barata, común, compra y venta. Estar en un cargo por ayudas no por competencias, llegar a posiciones por favores – y no necesariamente humanitarios – en donde ven las posibilidades de comprar voluntades, conciencias, creencias y lo hacen. Simplemente te observan, te miden, te prueban, te tientan y de ahí saltan a la oferta, a veces muy tentadoras…. Pero saben qué: Mi tambor no tiene precio.
Podría hablar solo de mí historia pues en más de una ocasión le han querido poner precio a mí tambor-mi cuerpo, mi voz, mis escritos, mis creencias, mis comentarios, mi profesión- pero no, es que como verán: mi tambor no tiene precio. No solo yo, a muchos y muchas les han hecho tentadoras ofertas y las han rechazado y con eso se han ganado el rechazo de muchos, las risas burlonas de otros, pero también el respeto de unos pocos.
La vergüenza no se compra. La dignidad no se mendiga.
Yo apuesto a que cada día hay y vendrán más personas que se rehúsan a estar del lado de la “mayoría”, mayoría mecánica, comprada –casi siempre- por lo menos en este país. Que penoso es que se usen los “recursos”- casi siempre factor económico- para querer: callarte, neutralizarte, hundirte y porque no, que les debas “muchos favores”.
La resistencia no es fácil, es más las burlas a los que resistimos ser del montón, son muy abundantes. Con la fina intención de desmoralizarte por ser diferente, usan toda clases de peyorativos, comentarios soeces, pero todo depende de que material este hecho tu tambor y como lo hayas tocado hasta ahora.
No importa que te tome más tiempo llegar, resiste. No importa que el reconocimiento llegue después de los que hacían menos que tú, resiste. No te entristezcas por los feroces ataques, resiste. Aunque no lo creas, los que hoy se burlan, mañana te darán la razón. La historia es más justa que los humanos que la hacemos.
En esta sociedad de consumo, lo que te planteo puede ser difícil, riesgoso, pero se puede lograr. Te tomará más tiempo, pero llegarás.
La Biblia dice: Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es mas de esto, de mal procede. San Mateo 5: 37
