Por Macelo Peralta
Su nombre: JUDITH LECLERC MEJIA
Profesión: Periodista.
Siempre lleva una sonrisa a flor de labios.
Es la clave que no la deja mentir.
Sus hermanas Carmen Teresa.
Profesión psicóloga.
Vive en Santo Domingo.
Verónica.
Vive en Nueva Jersey, Estados Unidos.
Su otra hermana de crianza Josefina.
Vive en Nueva Jersey, Estados Unidos
Olga Mejía: Su madre.
Hugolino Leclerc: Su padre.
Familia completa: Tres hijas biologicas y una de crianza. Y cinco nietos.
Pero ella es hija de una maestra de larga data.
Una mujer ejemplar.
Un ser humano educadora.
Distinguida sobresaliente.
Luchadora incondicional.
A pesar de estar postrada en una silla de ruedas por un accidente vehicular, sigue en lucha.
El día de la tragedia había participado en Mao en una actividad educativa.
Otras de sus colegas recibieron lesiones permanentes.
Su padre fue un servidor de la Patria.
Ostenta por mucho tiempo la labor de agente de la Policía.
Fue tesonero en el Ayuntamiento de San Ignacio de Sabaneta.
En los últimos tiempos ha estado a las labores agrícolas.
Judith Leclerc es una gran comunicadora.
Es un ser humano excepcional e inteligente que piensa cada cosa que dice.
Muy raro que se prenda fuego gratuitamente.
Trabajamos juntos en el Listín Diario.
Nunca vi que a Judith Leclerc Mejía le desmintieron alguna información.
En todo caso, estamos ante la periodista más astuta que he visto durante mis largos tiempos en este oficio.
A pesar de la vorágine de esta delicada tarea llevar adelante su programa de investigación Mil Historias.
La pluralidad, seriedad y profesionalidad con que lo conduce provoca sensibilidad y cada día cautiva más televidentes.
Actualmente cosecha frutos: Dos premios Soberanos.
Y faltan muchos, aunque no sean soberanos, pero si bien merecidos.
Judith tiene ganado su espacio en el ranking del periodismo en su programa de investigaciones.
Por lo peligroso que resulta en países como el nuestro, en el periodismo hay muchas trabas, zancadillas, tentaciones.
El más importante galardón que Judith Leclerc Mejía puede ganar, es la consciencia con que hace su programa.
Algunos de sus protagonistas son aquellos donde las no llega.
Son aquellos donde predomina el silencio, la desesperanza, aunque rebosados de cualidades.
En esos lugares es donde esta gran investigadores.
Este sábado 5 de abril, fecha dedicada al periodista en la República Dominicana en su pueblo natal: San Ignacio de Sabaneta preparan un gran recibimiento.
Periodistas, locutores, familiares, autoridades, dirigentes culturales y prestigiosos intelectuales para celebrar el reconocimiento a esa voz investigadora por ganarse por segunda vez el premio El Soberano.
Su vasta experiencia en el quehacer periodístico, su probada madurez y experiencia la hacen merecedora del respeto, y es, un orgullo sabanetero.
En un ámbito que tantas exponentes femeninas han tenido este importante lauro, viene de alguna manera a premiar también a todas esas periodistas, especialmente a las de su provincia Santiago Rodríguez tierra de historias y de héroes.
La homenajeada será recibida en la entrada de ciudad, para luego recorrer las calles principales del municipio de San Ignacio de Sabaneta.
Lo que se espera para esta fecha, es un homenaje personal y un tributo a la Mil Historia, de una periodista que crea historia con protagonistas desconocidos.
Ella está en el ranking de Periodismo.
Para Todos sigue subiendo.
Mil Historias es un programa de llegar al televidente y sacar de las tinieblas a muchos a quienes las oportunidades no los habían alumbrados.
Las estrategias de Judith en su programa Mil Historias está creciendo en televidentes y en fama que hasta los menores de edad están tentados en cada semana que se difunde.
BENDICONES
Muy bonitas Marcelo tus palabras de elogio para esta dama , pero tu debes ser haitiano porque todo lo escribes como alrreves; osea fijate un poquito mas antes de someter tus escritos para que te salgan mas coherentes y puedas en realidad expresar lo
Muy de acuerdo con Miguel Díaz, es inexistente la coherencia en este artículo, que sin duda tenia una buena intención.
Los Haitianos le han robado la concentracion.