Por: Ruperto Torres
Tiene alma de esclavo quien ama sin ser correspondido.
A donde llevará todo ese caudal,
en algún sitio la muerte
será su único abrigo
porque de muerte a veces
tiene un poco el amor.
De tanto amar quizás
puede morir un hombre
pero el tirano que late en medio de su pecho,
es el cruel enemigo del cuerpo y la razón.
Taimado aventurero es siempre el corazón,
que fija sus latidos en pos de una mujer
que sin fijarse en tí, te mira con desprecio
ignorando que fuiste dueño de su amor.
Déjala que se vaya y no te duela,
retírate y descansa tu alma ya dolida,
su orgullo y proceder no son muestras de amor
y canta como el ave tu cuita peregrina.
Levántate y no sufras, si la buscaste amén.
Si al quedarse en su nido ella no regresó,
bendícela y protégela y di para siempre… ADIOS
Gran poeta y declamador, Ruperto Torres muy bello su poema, me encanto!!!