El triunfo arrollador del Partido de la Liberación Dominicana y aliados en el proceso electoral del pasado 16 de mayo sienta un precedente en la historia político-electoral del país, porque dejó a la principal fuerza política de oposición sin representación en el Senado de la República. Esos resultados reflejan la solidez del liderazgo del presidente Leonel Fernández, la fortaleza de la maquinaria electoral del PLD, la aprobación del pueblo dominicano a la actual obra de gobierno y el alto nivel de rechazo que le tributa la mayoría de los electores al PRD.
No había que ser brujo ni adivino para predecir los resultados de las recién pasadas elecciones congresuales y municipales; solo había que observar con objetividad el panorama político de ese momento para llegar a la conclusión de que el PLD junto al Bloque Progresista le ganaría de forma aplastante al Partido Revolucionario Dominicano.
Las razones saltan a la vista. Por un lado la forma inteligente, pragmática, prudente y juiciosa como condujo Leonel y el Comité Político del partido morado la selección de los candidatos y candidatas a ser presentados al electorado nacional; y por el otro lado la manera torpe, díscola y atropellante con que manejaron Miguel Vargas y esa dirección del PRD la escogencia de sus postulados a puestos congresuales y municipales y la estructuración de su boleta electoral.
Desde el inicio de la campaña electoral le di seguimiento a varios estudios de opinión y/o preferencia electoral realizados por diferentes empresas encuestadoras y en los mismos (con raras excepciones) siempre se observaba una tendencia de los electores a favorecer al PLD y sus aliados. Concomitantemente con esto participé en decenas de actividades realizadas en distintos puntos del país por los candidatos y candidatas del partido fundado por Don Juan y en las mismas se evidenciaba el entusiasmo y el gran respaldo de los concurrentes y las importantes manifestaciones de apoyo que les ofrecía la población desde sus casas y plazas públicas.
Lo que ocurrió en los comicios recién pasados lo anuncié con dos meses de antelación en artículos de opinión publicados a mitad del mes de marzo, esto es, mucho antes de que Leonel Fernández, analistas políticos y otros dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana lo dijeran a principios de mayo. Decía yo en “Una victoria segura” y en “El país se torna morado” que el apoyo al PLD era tan extraordinario que “si las cosas siguen como van la tendencia es dejar al PRD sin senadores”, y ese fue el resultado de acuerdo al último boletín dado a conocer por la Junta Central Electoral.
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